Martha Lucía Ospina, una estratega en la lucha contra el Covid-19

Martha Lucía Ospina, una estratega en la lucha contra el Covid-19

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Martha Lucía Ospina, una estratega en la lucha contra el Covid-19
Viernes, Diciembre 4, 2020
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Nuestra estudiante del Doctorado en Modelado en Política y Gestión Pública es la actual directora del Instituto Nacional de Salud, siendo la primera mujer en ocupar este cargo. Gracias a su gestión, en siete meses de pandemia, logró que en el país se pasaran de realizar 200 a cerca de 60.000 pruebas PCR en un día.
Fotografía: Alexander Casas Castro - Instituto Nacional de Salud

Las estrategias que ha llevado a cabo el Gobierno nacional para mitigar el avance del virus en nuestro país, en aspectos tales como el fortalecimiento de la capacidad hospitalaria y políticas sociales robustas para reactivar la economía y el empleo, han llevado a que Colombia sea reconocida a nivel mundial y sea un referente de buenas prácticas durante la pandemia. Una de las personas que ha estado al frente de la gestión y la consolidación de esa política pública ha sido Martha Lucía Ospina, quien desde hace cinco años es la directora del Instituto Nacional de Salud (INS), siendo la primera mujer en ocupar este cargo, y actualmente adelanta sus estudios en el Doctorado en Modelado en Política y Gestión Pública de Utadeo. 

Desde su nombramiento como directora de esta reconocida entidad pública, uno de sus principales objetivos ha sido el de visibilizar el INS, en primera instancia en la comunidad científica, y luego hacia el ciudadano de a pie, con el fin de que este comprenda la incidencia que tienen los estudios y gestión allí realizada en la salud de los colombianos. Asi fue como, de la mano de Ospina, el instituto generó investigación de punta que se ha publicado en las más prestigiosas revistas científicas del mundo, al tiempo que se logró la cooperación con los Estados Unidos, para la construcción y modernización de los laboratorios.

Pese a que el coronavirus ha sido una prueba de fuego y una labor titánica para Ospina, quien también es miembro de la junta directiva de la Asociación Internacional de Institutos Nacionales de Salud (IANPHI, por sus siglas en inglés), en 2017 ya tuvo que sortear, con éxito, otra amenaza epidemiológica: la llegada del virus del Zika a nuestro país: “La pandemia del coronavirus nos dio una oportunidad, además de unos retos muy grandes, de poder saltar del mundo científico en el que éramos reconocidos, al mundo del ciudadano, y en ese mundo ya nos ven”, comenta Ospina.

Y es que no hay un calificativo lo suficientemente certero para definir la tenacidad y contundencia con la que Ospina y el INS han sorteado esta emergencia sanitaria por cuenta del Covid-19. Como ella misma lo comenta, desde que empezó la pandemia, han sido jornadas maratónicas, principalmente en los momentos donde Colombia llegó al aumento en los casos de contagio, entre mayo y agosto. Ello llevó a un sacrificio personal y compromiso de todo el equipo del INS y, por supuesto, de Ospina, sin fines de semana ni una hora de tregua en la batalla contra el virus, a tal punto que, confiesa, tuvo ocasiones en las que atendía más de tres llamadas al mismo tiempo y recibía diariamente cerca de 3.000 correos electrónicos, lo que la llevó a conformar un equipo de respuesta muy ágil, en el que participaron profesionales de diferentes áreas de la entidad.

Uno de los mayores logros de nuestra tadeísta fue crear y consolidar unos procesos que, desde la creación del INS, no se tenían. Por ejemplo, cuenta Ospina, de manera temporal se generaron estructuras de atención de 24 horas, con personal científico que, incluso, tenía que vivir durante días en el instituto, por lo que se tuvo que adecuar el recién inaugurado gimnasio como dormitorios y lugares de ducha.

Esta impecable gestión rápidamente dio sus frutos, pues Ospina logró crear una robusta red público privada para el diagnóstico del covid19, la más grande que ha existido hasta el momento en el país para la atención de una enfermedad. Ello permitió aumentar exponencialmente la respuesta en la toma de pruebas durante estos siete meses de pandemia, pasando de 200 pruebas PCR diarias a más de 60.000 al día, sumado a la gestión que permitió que las empresas patrocinaran algunos laboratorios privados para expandir sus capacidades en la detección del virus.

Recientemente, junto con la Universidad Nacional de Colombia, el INS realizó el lanzamiento de la prueba Elisa in–house, que será implementada en el proyecto de seroprevalencia del Covid-19. Este estudio, que se está realizando en el país, junto con otras nueve entidades, permitirá comprender el comportamiento del virus SARS CoV-2 en Colombia y la tasa de ataque de la enfermedad.

Estas y otras razones más han llevado a que el Instituto Nacional de Salud y Ospina recibieran diferentes reconocimientos y premios nacionales e internacionales. Uno de los más recientes, que recibió la tadeísta, es el Premio Portafolio 2020, en la categoría de premio especial, la cual comparte con el ministro de Salud, Fernando Ruiz, y el director UCI del Hospital Universitario Nacional, Jairo Pérez. (Te puede interesar: Martha Lucía Ospina, directora del INS, gana Premio Portafolio 2020)

“Me alegra de manera personal, pero no me llena de vanidad, sino que me lleva a pensar en que la línea que he llevado y el norte hacia donde he conducido el INS no ha sido errada. El país lo ve con claridad y sienten que, en el balance de las cosas, lo hemos hecho bien, al tiempo que este reconocimiento aporta a la visibilidad del instituto”, resalta Ospina, al tiempo que agrega que Colombia, en esta coyuntura, ha logrado medirse con los 'grandes' en torno al manejo del Covid, pese a contar con un PIB reducido. 

De esta manera, su formación interdisciplinar previa como doctora en Medicina, especialista en Gestión de la Salud, magíster en Epidemiología y en Economía de la Salud, y ahora como candidata a doctora en Política y Gestión Pública, la han llevado a asumir con rigor, calidad y una visión holística las riendas del equipo del INS.

Compartir una visión y que la gente me siga y me crea, basado en hechos, datos y transparencia, es el trabajo que habla por uno. A pesar de tener voces en contra, el hacer las cosas bien te lleva a tener muchos abogados naturales, que te han acompañado y visto tu trabajo, los cuales te respaldan”.

Para Ospina, las seis líneas de gestión que ha implementado el Gobierno han sido la gran clave del éxito que ha tenido el país para minimizar el impacto de la pandemia, principalmente en lo que tiene que ver con ampliar el concepto del servicio de salud, más alla de lo meramente medicalizado u hospitalario.

“La salud está relacionada con el bienestar y otros aspectos. El crecimiento de la capacidad hospitalaria, el aumento de UCIS, dotación de más elementos de protección para los profesionales de la salud, salarios y demás, son un asunto fundamental. Pero, transversalmente, desde el INS, trabajamos en otras líneas, como lo son la vigilancia e investigación en salud pública; desde el día 1 de la pandemia se activaron todas las líneas de investigación, se trabajó en el desarrollo de laboratorios y en el modelado epidemiológico. Además, desde el Gobierno, se han trabajado en líneas para la protección social, como ayudas sociales, bienestar y auxilios que se dan en los diferentes sectores”, destaca Ospina y señala que, desde el INS, se han trabajado y liderado cuatro de estas líneas.

Martha Lucía Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud

Una experiencia sin igual en el doctorado

Aunque hace algunos años Ospina inició sus estudios de doctorado en España, sus múltiples ocupaciones y cargos directivos en importantes entidades públicas, llevaron a nuestra tadeísta a revisar una oferta en el país que complementara y ampliara su visión frente a las actividades que desempeña. El enfoque social, sumado al énfasis en evaluación de políticas públicas, fueron los dos diferenciales que Ospina encontró atractivos en la propuesta académica de la Tadeo, a través del Doctorado en Política y Gestión Pública, tanto así que, señala, en las coyunturas actuales, muchos directivos y funcionarios del Estado deberían optar por un doctorado de este tipo.

“Yo estoy feliz con el doctorado por dos motivos: antes de la pandemia, se realizaban espacios de análisis serios; tenemos un grupo de semestre conformado por cinco personas, muy rigurosas y de alta calidad, al tiempo que la Tadeo conserva una estructura académica de seguimiento continuo. A mí me gusta ir a la clase, poder hablar con un profesor, que él plantee y explique cosas; eso me parece valiosísimo. En segundo lugar, en plena crisis por la pandemia, la Universidad ha sido espectacular conmigo, pues, aunque tuve que suspender mis estudios, ellos entendieron mi situación y, desde lo técnico, me han ofrecido ayuda”, comenta.

Ospina también indica que han sido varios los elementos adquiridos en el doctorado, en torno a política pública, los que le han permitido hacer análisis rigurosos y certeros para la toma de decisiones en la coyuntura actual que vive el país: “muchos elementos los sabía de manera empírica, pero el doctorado ha acentuado esos conocimientos específicos, en conceptos y con bases teóricas”.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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