Orgullo Tadeísta: Egresado Erick Vilaró es el nuevo director del programa de Comunicación Social y Periodismo de U. de la Sabana
Los mundos de lo sonoro y lo audiovisual se cruzaron en la vida de nuestro egresado Erick Vilaró en el momento en el que decidía iniciar sus estudios en Utadeo Caribe, en la carrera de Realización Multimedia. Sin saberlo, cuenta como anécdota, le comentaron que había sido el único que se había inscrito a ese programa, por lo que tenía la oportunidad de cambiar a la Tecnología en Radio y Televisión, programa del que rápidamente se apasionó, a tal punto que fue monitor en muchas ocasiones y participó en todos los eventos de la emisora de la Universidad.
“Me acuerdo mucho de un día en que llegaban los colegios de Cartagena a la Tadeo y nos tocó montar, afuera de la Dirección, un set de televisión espectacular, completamente hechizo; fue un momento muy bonito donde uno aprende haciendo y de improvisación”, evoca el tadeísta, quien señala que, a pesar de lo rústico de los materiales, el espacio fue todo un éxito.
De su paso por la seccional Caribe recuerda los trayectos que, diariamente, hacía desde su residencia hasta el campus del Anillo Vial. Por eso convirtió a la Universidad en su casa, llegando en las primeras horas y saliendo en el último servicio de la ruta que hacía la institución: “aprovechaba cualquier espacio para participar con mis amigos; nos prestaban los equipos audiovisuales fácilmente, así que salíamos a producir nuestros propios eventos académicos dentro y fuera de la Universidad”.
Algunos de los docentes que marcaron ese sello de calidad que caracteriza a Vilaró fueron Alberto Martínez, quien en ese entonces era director de la tecnología; de él aprendió la calma y a pensar narrativamente; también estuvo Óscar Durán, hoy profesor del Área Académica de Comunicación Social – Periodismo, quien fortaleció ese gusto por el lenguaje y la narración audiovisual, pero también por la construcción de la historia; por su parte, del ya falecido profesor Rolando Pérez aprendió las técnicas de radio, pero además, afirma, “le enseñó a enseñar”, con sus metodologías y técnicas pedagógicas.
A pesar de que su trasegar profesional ha estado rodeado por lo multimedial y transmedial, su primer amor fue la radio; por eso, su primer experiencia laboral fue de apoyo técnico, de planeación de eventos y hasta de locución en la estación de “Los 40 Principales” de Cartagena, dirigida en ese entonces por Jorge Acevedo. Mientras trabaja en el “mágico mundo” de la radio, como él la define, comenzó a dar sus primeros pasos como docente, en la Universidad de Cartagena; allí fue coordinador del laboratorio audiovisual de dicha institución, estuvo encargado de la emisora y de las cabinas de radio y dictó algunas asignaturas; posteriormente, volvería a su alma máter, ahora en el rol de profesor, mismo que ejercía en la Escuela de Bellas Artes, lo que lo llevó a meterse de lleno en la academia.
Sin proponérselo, por azares de la vida, tomó la drástica decisión de mudarse a Bogotá, luego de reencontrarse en Cartagena con una amiga de la infancia, quien años después se convertiría en su esposa. Tras llegar a la capital, y al no conseguir trabajo rápidamente, su decisión fue continuar su carrera profesional, homologando en el programa de Comunicación Social y Periodismo de nuestra Universidad.
Vilaró es un claro ejemplo de aprovechar las oportunidades en el momento exacto y de perseverar en ese intento. En su paso por la profesionalización conoció al profesor Camilo Sastoque, quien en ese momento se desempeñaba como Gerente de Innovación Transaccional de El Tiempo; al ver el gran talento de nuestro tadeísta, lo invitó a hacer parte de esa casa editorial en calidad de freelance. Rápidamente escaló en este importante medio de comunicación: primero como redactor junior, luego como coordinador editorial y editor y, finalmente, como jefe de Video.
“Estando allí nos ganamos varios premios; yo en este momento tengo un Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, uno de la Sociedad Interamericana de Prensa; tengo varios premios de excelencia periodística de El Tiempo, y otra cantidad que nos ganamos con diferentes especiales multimedia que hicimos para diversos temas; luego, aparecieron los drones, las cámaras 360, las animaciones 2d y 3D e incorporamos elementos de realidad aumentada… En fin, empezamos a hacer locuras”, comenta, con entusiasmo, Vilaró.
Antes de llegar a ser profesor del programa de Comunicación Social – Periodismo de la Universidad de la Sabana, trabajó en torno al proyecto “200 años de paz”, financiado por el Gobierno de Suecia; este fue una serie de talleres para capacitar a periodistas y académicos en temas de conflicto y cómo contar historias en época de paz. Uno de los últimos talleres, se dio en esa universidad; allí vieron su potencial y le ofrecieron una plaza como profesor, pasión que en todo caso nunca dejó, pues en El Tiempo también hizo parte de la Escuela Multimedia de Periodismo.
Ahora, como director del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de la Sabana, señala que uno de sus retos será llevar el mundo digital a este pregrado y consolidarlo como uno de los más importantes del país en creación de contenidos digitales.
Para este comunicador cartagenero, las claves para llegar a la cúspide del éxito profesional consisten en esforzarse y buscar siempre el factor diferencial, sumado a aprovechar los momentos y oportunidades que se tienen: “uno tiene que lucharla y poco a poco salir adelante; si con el tropiezo te vas a poner a llorar, no estás listo para las tareas que tienes que hacer en un futuro; en segundo lugar, encontrar el factor diferencial: el factor ‘wow’, que le llamó yo, no llega de primera; tú no estás en la universidad y dices: ‘Yo soy bueno en esto, esto y esto’, aquí el reto es llegar a aprende lo bueno, asimilar la información y tenerla ahí para que, cuando llegue el momento oportuno para tu vida, puedas mostrarlo”, es el consejo que le brinda a quienes hasta ahora están comenzando su camino profesional.
Finalmente, el sello tadeísta es un aspecto que Vilaró carga con orgullo en cada lugar por el que ha pasado: “La Tadeo fue mi base; yo creo que viví y disfruté la universidad al máximo en su momento, aproveché todos sus beneficios y conocimientos, lo que hoy se ve reflejado en mi crecimiento laboral, en los premios, en la experiencia que tengo y en lo que hago “.