Utadeo felicita y reconoce el esfuerzo y compromiso de sus profesores en su día

Con ocasión del 'Día del Maestro', queremos reconocer los logros de esa labor admirable que hoy en día se enfrenta a los constantes cambios, adaptaciones y a una sociedad con retos cada vez mayores que les exige innovar y luchar para formar a nuestros estudiantes con la herramienta más útil que es la educación. Como decía Paulo Freire, la educación "es un acto de amor, de coraje" y esta "solo será auténticamente humanista en la medida en que se procure la integración del individuo a su realidad nacional".

En medio de las dificultades que afrontamos, nuestros profesores han asumido el reto de reinventarse: de maestro en una aula a ‘youtuber’ en la cuarentena. Muchos de nuestros docentes aprendieron rápidamente a generar su propio contenido en video para poder adaptar el temario a sus alumnos durante el confinamiento. Las pizarras se convirtieron en pantallas de computador, como una ventana de encuentro con sus alumnos en las casas. Replantearon su trabajo casi desde los cimientos para responder al llamado de su profesión a solo un par de clics de distancia.

Hoy, a través de algunos de nuestros docentes, reconocemos su vocación y compromiso, las horas interminables de trabajo y la relación estrecha que han creado con sus estudiantes antes y después de los tiempos de pandemia. Estas son sus historias:

"Mis victoria es estar actualizado. Hay que leer en otras latitudes sobre cómo están haciendo las cosas y aprender": Carlos Ricardo Dávila 

Para el profesor Ricardo Dávila de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, la cuarentena no ha cambiado los objetivos de aprendizaje. Gracias a la tecnología, "magnífico aliado", las clases han tenido su continuidad. Reconoce que, al ser un profesor moderno, debe ser muy autodidacta, "buscar las herramientas para encontrar la solución a cualquier problema u oportunidad que se presente. Debo invertir más tiempo en entrenarme para poder entregar calidad y cumplir con las expectativas que los estudiantes tienen de una asignatura".

Ese compromiso se traslada en las cinco asignaturas que dicta y que suman casi 250 estudiantes. Su clave es ser organizado, y con el tiempo su aliado ha sido la capacidad de adaptarse a los cambios, un lapso para él y para sus estudiantes que se ha convertido en una oportunidad de avanzar y de acompañar a sus colegas en los procesos de apoyo pedagógico con la plataforma de aulas virtuales, AVATA.

"Ninguna clase es una sola estrategia pedagógica. He combinado varias. Es como poner una obra de teatro en escena, mucha preparación para que a la hora de la presentación todo salga perfecto. Clase sincrónica, asincrónica, aprendizaje basado en proyectos, clase invertida y otras", comenta y agrega que siente a los estudiantes muy contentos.

Además de estar en una simbiosis de aprendizaje, también hay oportunidad para las inolvidables anécdotas en tiempos de cuarentena: "Un día me pasó que comencé la clase y llevaba 40 minutos cuando de pronto en el chat un estudiante aportó, “y a qué horas comienza la clase”, yo ya llevaba 40 minutos explicando y en mi computador todo se mostraba normal, pero el micrófono de mis audífonos no estaba funcionando. Me dio vergüenza con ellos y muy queridos todos quietos, ninguno se salió de la sesión durante los 40 minutos de silencio. Rápidamente entendí e identifiqué el problema, lo solucioné y continué. A partir de eso, al comenzar cada sesión, valido que me estén escuchando bien".

Una de las reflexiones que dejan estos tiempos es que este es el "nuevo normal". Las herramientas están y hay que adaptarse y ser flexible, porque "nosotros mismos debemos actuar como esperaríamos que nuestros estudiantes actúen".

Y ese es el mensaje que envía a sus colegas: "mantener mente abierta al aprendizaje nuestro, flexibilidad y capacidad de adaptación. En los momentos más difíciles y donde nos retan es cuando aprendemos más. Mantener el optimismo. Es una verdadera oportunidad para innovar y mantenerse al tanto de la tecnología. Esto va a evolucionar mucho. Está en nuestras manos que nunca la Inteligencia Artificial nos reemplace a nosotros los profesores como los líderes de trasmitir comprensión y aprendizaje”.

"La situación se ha afrontado con la premisa del equilibrio y la flexibilidad necesaria para sacar todo adelante": Elvis Martínez Bermúdez 

Elvis Martínez Bermúdez, docente Sede Cartagena. Foto: Luis Gabriel Salcedo, egresado Utadeo. 

Buscar el equilibrio entre las obligaciones profesionales y familiares para "no quedar en la deriva", ha sido quizás, uno de los tantos retos que en esta cuarentena ha vivido el profesor Elvis Martínez Bermúdez del programa de Comunicación Social y Periodismo, de la seccional Cartagena. Afortunadamente, hasta el momento, "se ha afrontado con la premisa del equilibrio y la flexibilidad necesaria para sacar todo adelante".

El gran desafío profesional, al trasladar las clases a la virtualidad, ha sido "mantener la calidad académica y llevarla a múltiples plataformas y formatos, siempre buscando la manera más sencilla de entregarles a los estudiantes contenidos y retroalimentación de alta calidad en medio de las dificultades que se puedan presentar, como conexiones intermitentes de internet hasta falta de servicio eléctrico en algunos barrios de la ciudad".

Con su compromiso ha logrado que sus estudiantes estén más conectados con las clases y prestos a realizar los trabajos, tanto así que el nivel de las entregas aumentó.

"La estrategia ha estado centrada en entregarles a los estudiantes múltiples y variadas formas de decodificar los contenidos. Creé un Podcast para los cursos con los temas dados en clases, así pueden ponerse al día cuando no pueden conectarse. También subo clases pregrabadas que están disponibles una o dos horas antes de la clase vía Meet. Adicional a eso, todas las clases son grabadas y subidas a YouTube con visualización en Avata", explica, además de los artículos científicos, las presentaciones dinámicas y los grupos de WhatsApp para despejar dudas o realizar asesorías puntuales.

Además de conversar sobre lo que está sucediendo, asegura que la relación con los estudiantes "más cercana desde el punto de vista de hacer retroalimentaciones y aclarar dudas más rápido y eficaces que en la presencialidad, ya que muchas veces los estudiantes esperaban la siguiente clase para aclarar dudas y ahora lo hacen al instante".

Pensando en que debemos "trabajar en una educación transmedia, que permita expandir el universo del conocimiento en múltiples plataformas", el profesor, desde casa y rodeado de su familia, invita a sus compañeros a no desfallecer y a "trabajar en equipo con los estudiantes por un mismo objetivo, seguir formando con calidad, pero no desde un pedestal, sino desde una relación conversacional y colaborativa que permitan potenciar el talento, la creatividad y la innovación desde cada una de nuestras disciplinas".

"Un verdadero profesor siempre está en modo ON": Aída Gómez 

Aída Gómez, docente de la Facultad de Artes y Diseño. Foto: Oficina de Comunicaciones

"En esta etapa de pandemia no siento que haya tenido que afrontar algo, mejor diría que he experimentado otros modos de llevar la vida, afrontar tiende a ser una palabra negativa y aunque esta etapa de la existencia de la humanidad está rodeada en su mayoría por factores negativos, también han surgido aspectos positivos, experiencias nuevas, que en otro escenario no hubiesen sido posibles", así describe este momento inusual la profesora Aida Gómez de la Facultad de Artes y Diseño.

Por supuesto, es consciente que su ejercicio de docente le ha demandado más tiempo, ya que "en la clase presencial el profesor tiene control del tiempo y del espacio, en la metodología virtual cada estudiante es un aula de clase diferente, con herramientas diferentes". Por eso es necesario estar en permanente comunicación con los estudiantes, a través de sesiones sincrónicas con todo el grupo, y también de forma individual cuando este así lo necesite, puede ser a través de una tutoría o incluso a través del correo electrónico.

"Las clases se deben preparar cuidadosamente, ya no tenemos el límite que nos dan los muros de un salón de clase en donde hasta cierto punto como profesores tenemos el control, en el actual escenario, cada estudiante tiene como aula de clase su hogar de donde pueden surgir muchas formas de distracción o inclusive limitaciones que les impiden llevar a cabo su clase con eficacia. También es necesario que ellos sepan que estamos ahí para apoyarlos y acompañarlos en este proceso, pero que también sepan que este aprendizaje no solo es de ellos, sino que como profesores también estamos en ese proceso, es un aprendizaje mutuo", comenta.

Como respuesta a ese compromiso, la profesora Gómez dice sentir a sus estudiantes más comprometidos con todas las actividades académicas. Así mismo, "es satisfactorio descubrir que uno como profesor tiene otras habilidades que hasta ahora había desconocido".

Como aprendizaje y reflexión, la docente afirma que "quien es profesor lo es, esté donde esté, que un verdadero profesor no tiene límites ni tampoco limitaciones pese a las circunstancias a las que se enfrente o al contexto que lo rodee". Y agrega que el Día del Profesor se debe conmemorar dando el reconocimiento que realmente un profesor merece, un verdadero profesor siempre está en modo ON.

"La paradoja es que al mismo tiempo que aparece el distanciamiento físico, aparece la proximidad emocional": Elkin Rubiano

 Elkin Rubiano, director del Departamento de Humanidades. Foto: Oficina de Comunicaciones

Como director del Departamento de Humanidades, el profesor Elkin Rubiano ha sido testigo del proceso que estudiantes y docentes han asumido. Cuenta que luego de semanas de pedagogía, se retornó a las clases con optimismo y eso quedó demostrado con la actitud comprometida de los alumnos, quienes reconocen el trabajo de sus maestros para mantener la alta calidad de las clases. "Fue sorpresivo ver que había un muy buen porcentaje de asistencia, las personas que no tuvieron conectividad fueron pocas, y ellos la Universidad les brindó las herramientas para continuar".

"Este salto a la modalidad virtual fue sorpresivo. Desde luego hubo una preparación previa de unas semanas para alistar contenidos, pero dar el salto a la virtualidad supuso para los profesores mayor esfuerzo, ellos están trabajando más de lo que se trabajaría en condiciones normales, ya que la preparación de clases supone la utilización de herramientas que quizá no sabían utilizar", detalla sobre las experiencias de los profesores que tiene a su cargo.

Es consciente que el esfuerzo es tanto de los estudiantes como de los profesores, puesto que la gestualidad y el cuerpo ayudan a comunicar, pero en esta modalidad esa parte no está y solo queda la escucha, lo que agota mucho más, pero acerca a los más tímidos.

Además, está el recibir las clases desde contextos domésticos, hay quienes son padres y ellos intentan evitar que lo uno se mezcle con la rutina del profesor, del trabajo y del aprendizaje. Todo esto supone otra modalidad de tensión, otra modalidad de percepción, para lo que no estaban preparados.

"La paradoja es que al mismo tiempo que aparece el distanciamiento físico, aparece la proximidad emocional. Todos somos conscientes que estamos pasando por una situación de mucho estrés y angustia, y los profesores están muy atentos a percibir ese tipo de emociones. Muchos de ellos les están preguntando a sus estudiantes cómo están, remitiéndolos a Bienestar Universitario. Al final todos los espacios están unidos y eso hace que cierta intimidad se revele: quienes son profesores saben que en ocasiones sus hijos se colarán en la cámara en medio de una clase, o que la olla exprés sonará".

No obstante, pese a esa presión, otras oportunidades se abren. Por ejemplo, comenta que "hace una semana di una conferencia por Google Meet y asistieron más de 70 personas, algunos participantes no se encontraban en Colombia, y esa misma conferencia la había dado el año pasado en la Biblioteca y solo llegaron 10 personas. Si volvemos a la normalidad podremos replantearnos muchas prácticas de docencia, pero también con intercambios, internacionalización".

"Lo que he hecho con el equipo de profesores que están en mi Departamento es que constantemente les estoy agradeciendo por su compromiso sincero, por el doble esfuerzo que están haciendo y la responsabilidad para sacar esto adelante", un objetivo que ocultó las diferencias que se dan en todos los ámbitos de la vida y que ahora los ha unido, ya que todos están remando en el mismo barco.

"Siento que está ha sido una experiencia enriquecedora para todos": Carlos Borrero

Carlos Borrero, docente Sede Santa Marta. Foto: Cortesía

"Esto ha sido difícil para todos, tanto para los docentes como para los estudiantes. Es aprender de nuevas experiencias y hacerlo sobre la marcha. Si bien hemos tenido un apoyo grandísimo, no es lo mismo. pero en términos generales siento que está ha sido una experiencia enriquecedora para todos", comenta Carlos Borrero de la Sede Santa Marta, a quien las clases le cambiaron bastante al ser profesor de Acuicultura. Su casa es ahora un laboratorio, llena de algunas especies que antes cuidaban y alimentaban sus estudiantes, pero que él ahora adoptó.

"El tema de la virtualidad exige mucho más tiempo. Hay algunos estudiantes que no se pueden conectar a la clase y por eso debo hablar luego con ellos y compartirles el material de la clase. Se ha generado una disponibilidad 24/7, pero sabemos que es la manera de compensar lo que no podemos hacer de manera presencial", un trabajo que además de guiar en los temas académicos, también acompaña a sus estudiantes para motivarlos en los días más difíciles.

"Algunos de ellos, que ya terminaron clases, se encuentran en Santa Marta solos y estamos pendientes de ellos y les escribimos por Whatsapp. Aquí terminamos siendo amigos de todos. De hecho, mientras se conectan a las clases, les pregunto cómo se han sentido", puntualiza.

Sobre las "victorias" que deja este proceso de formación virtual, está el de tener en sus clases a un joven que se le dificultaba asistir en tiempo de presencialidad. Ahora, este estudiante se muestra más activo y propositivo en clase. Un motivo, además del Día del Profesor, para celebrar con sus colegas más cercanos, con quienes los sábados en la tarde se reúne para conversar y tomarse una "videocerveza".

Aunque al principio se mostró reticente a la idea de la virtualidad, hoy celebra que tenemos un cuerpo docente muy comprometido en la Universidad, con unas capacidades de amoldarse a las circunstancias y de reaccionar de manera rápida, lo que le ha parecido increíble. Por eso desde La Perla de América, felicita a sus compañeros, porque en este momento más que nunca es importante la labor que están desempeñando. Promete que cuando se retome las actividades presenciales, los abrazará uno por uno y les reconocerá el trabajo valioso que han realizado.