Utadeo rindió un sentido homenaje a Paula Melissa, un símbolo de la violencia contra la mujer
“La muerte deja un dolor en el corazón que nadie puede sanar. El amor deja una memoria que nadie podrá olvidar” (Paula Melissa Aguirre Valderrama (1999 – 2018)
Días antes de su muerte, Paula Melissa Valderrama, estudiante del programa de Comunicación Social – Periodismo de Utadeo que fue asesinada por su ex pareja, escribió estas palabras para conmemorar el segundo aniversario de la muerte de su padre. Una semana después, el 19 de junio, a las 6:00 p.m., en el plantón organizado en la Plazoleta de Utadeo, sin su presencia, pero con sus palabras a flor de piel en los más de mil asistentes, entre ellos estudiantes, funcionarios, profesores y vecinos de Utadeo, gritaron al unísono “Ni una menos. Vivas las queremos”, una consigna por la vida y el respeto al cuerpo como territorio de paz, de autonomía y de libertad, en un basta ya a los actos de barbarie y violencia contra la mujer que, para este año, ya suman más de 200 feminicidios durante el primer semestre, en nuestro país.
En este acto solemne, no hubo tiempo para dejarse atormentar por la brisa y los fuertes vientos que azotaban a la ciudad y que amenazaban con apagar cada una de las velas blancas que los asistentes llevaban consigo como símbolo de que Melissa aún vive en el espíritu de los que la conocieron y aún de los que no: “Melissa estudiaba comunicación social y ella quería hablar. En honor a sus sueños, no vamos a quedarnos callados”, repitieron hasta el cansancio sus compañeros.
La primera en sentar su voz de indignación por este acto de feminicidio fue la rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez, quien lamentó profundamente la pérdida de la estudiante y se solidarizó con la familia, amigos y compañeros de Melissa, en un momento donde nuestra Universidad se viste de luto, pero a través de la manifestación también se declara como territorio que rechaza la violencia en todas sus formas: “Paula Melissa Aguirre Valderrama estaba en la flor de la vida, era una estudiante llena de sueños, una joven que vino a Bogotá a construir un futuro en nuestra Universidad, armada enteramente de su talento, inteligencia y de una personalidad abierta y amable”, declaró la directiva, quien también instó a los colombianos a volcar su mirada y esfuerzos en pro de la educación de personas éticas, críticas, creativas y pacíficas, que ante todo respeten los Derechos Humanos.
Rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez
Por su parte, Andrés Barrios, director del Departamento de Comunicación y Cinematografía de Utadeo, hizo un llamado a construir relaciones fundamentadas en las diferentes dimensiones del ser humano, así como a desarrollar estrategias para construir relaciones funcionales, sanas y adecuadas, en el seno de las instituciones educativas: “Desde lo más profundo de nuestros corazones, hoy sale un grito de rabia, impotencia frente a las injusticias de la vida que arrebatan las ilusiones y un camino por recorrer que tenía nuestra estudiante. Muchos no encontramos explicación para una situación incomprensible, no logramos asimilar este caso de feminicidio agravado”.
Así mismo, destacó que en la relación cotidiana entre estudiantes y profesores se teje un lazo de aprendizaje mutuo: “Recibimos seres humanos que asumimos como hijos. Una relación muy particular que se funda en un trato respetuoso y afectuoso, en el que ejercemos una influencia positiva”.
Vera Schütz, directora del programa de Comunicación Social – Periodismo, y Andrés Barrios, director del Departamento de Comunicación y Cinematografía
A este clamor se sumó Vera Schütz, directora del programa de Comunicación Social – Periodismo de nuestra Universidad, quien manifestó tener sentimientos encontrados. Por un lado la tristeza por la prematura pérdida de una de sus estudiantes, y por el otro, de rabia por la forma violenta en la que su vida fue arrebatada: “Tuvimos la oportunidad no solo de conocer sino de participar en la formación de Melissa. Lo que tejió unos lazos que permanecerán en el cuerpo docente y administrativo y en el afecto profesado por sus compañeros y amigos. Recuerdo a Melissa como una joven alegre. Una estudiante dinámica, siempre con preguntas inteligentes y deseo de comprender las cosas a profundidad. La recuerdo por su sencillez y educación. La recuerdo tratándome de tentar con el contenido de su caja de dulces con la que se ayudaba económicamente”, evocó con nostalgia Schütz.
Procedente de Ibagué, Paula Melissa había llegado a Bogotá para convertirse en una de las mejores periodistas del país, gracias a la oportunidad que le brindó el Programa Ser Pilo Paga, dada su excelencia académica durante su bachillerato. En representación del Ministerio de Educación Nacional y de este programa del Gobierno Nacional, Laura Posada pronunció unas palabras de parte de la ministra de esa cartera, Yaneth Giha, en torno a este hecho que ha conmocionado a todos los colombianos: “La memoria de Paula Melissa seguirá en el corazón de quienes la conocieron y de los jóvenes que como ella se han esforzado por cumplir sus sueños”.
“Nos falta comprender que la semántica del amor es la entrega, el menguar para que crezca quien está a mi lado. El amor es la sazón de la felicidad y no el ingrediente de la amargura y la mezquindad”: Amparo Valderrama, madre de Paula Melissa.
Los momentos más emotivos de la jornada llegarían con las palabras del Padre Carlo Zardin, capellán de Utadeo, quien hizo un llamado a esperar en la justicia divina: "Hay que pensar en que nuestro Dios entregó a su hijo para morir en la cruz, asumiendo así la condición de los más débiles y humillados, de los que más sufrieron. Seguramente, el mismo Jesús le abrió las puertas a Paula Melissa, le dio una bienvenida y la hizo sentar en el banquete eterno, donde ella ya está. Jesús le quitó las lagrimas”.
Padre Carlo Zardin, capellán de Utadeo
Posterior a ello, un minuto de silencio invadió la plazoleta, mientras que algunos de los amigos con los que compartió Paula en Utadeo se preparaban para rememorar lo decisiva, apasionada y echada para adelante que fue esta guerrera tadeísta: “Pudo ser otra, pero infortunadamente las estadísticas del sistema nos indican que no será la última. No solo es una noticia de duelo para quienes hicimos parte de su vida, es un evento de desespero, incredulidad e impotencia de aquellos que integramos el planeta en el que Paula Melissa fue ultrajada hasta en la más intima fibra de sus pensamientos”, destacó Mery Peñuela.
Por su parte, Camila, otra de sus compañeras, llamó a los asistentes a recordarla como una luz de esperanza, una flama que, pese a que los vientos traten de apagarla, se encenderá con el recuerdo de todos: “Hoy las mujeres tadeístas afirmamos el derecho a decir no frente a aquello que no se desea. Una pareja, un acto sexual, un modo de vida preestablecido. Afirmamos nuestro derecho a decir no a los mandatos sociales de sumisión y obediencia, y podemos decir si a las decisiones sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas afectivas, nuestra sexualidad, nuestra participación en la sociedad, el trabajo, la política y en cualquier ámbito”
Christian y Camilo, amigos inseparables de Paula Melissa.
Entretanto, Christian y Camilo, los mejores amigos de Paula Melissa, en medio de lagrimas y con la voz entrecortada, recordaron el primer día que la conocieron, un lunes de febrero de 2016. Ellos, con quienes no solo compartía los trabajos y tareas de la Universidad, sino también un sinfín de actividades juntos, entre ellos la celebración de todos sus cumpleaños, recuerdan a esta tadeísta por su voz amable y de ánimo, sus buenos consejos y su disposición para ayudar: “Verla y compartir con ella era entrar en un ambiente de felicidad y alegría. Escucharla reír, burlarnos de todo, escuchar música para intentar trabajar y en verdad no hacerlo. Siempre estarás ahí, en cada punto y cada coma de esta profesión en la que era claro que ella brillaría”, destacó Christian.
Así mismo, Camilo enfatizó las innumerables capacidades de Paula. Un ser fuerte y disciplinado, de altísima responsabilidad e inteligencia, pero ante todo, leal: “Siempre serás nuestra niña, la de tu familia y amigos. Esperamos verte en nuestros sueños. Vuela lo más alto que puedas y sigue iluminando la vida de las personas que siempre te amamos”
Y es que Melissa era una mujer integral, cuya excelencia irradiaba en la casa y la universidad, pero también en el deporte, pues desde que llegó a Utadeo practicó voleibol, equipo que, con su habitual uniforme, también la acompañó en esta ceremonia.
Equipo de voleibol femenino de Utadeo
Para cerrar este tributo a la tadeísta, su madre, Amparo Valderrama, expresó su agradecimiento por las muestras de afecto recibidas por parte de la multitud, y en especial de la comunidad tadeísta, que adoptó y acogió a Paula desde que dio sus primeros pasos en el claustro: “Dios nos dio la oportunidad de disfrutar a una mujer soñadora, alegre, de risa contagiosa, apasionada y espontánea, excelente hija y excelente persona. Fue la alegría de mi hogar, que se vio afectado con su pérdida y que nunca logrará ser el mismo. Quiero que sea recordada como un símbolo de lucha constante de respeto a la vida”, sostuvo.
Amparo Valderrama, madre de Paula Melissa.
Poco a poco, los asistentes a la plazoleta comenzaron a abandonar el lugar, no sin antes brindar un caluroso abrazo a doña Amparo y dejar las desgastadas velas blancas en un improvisado altar que tenía el retrato de nuestra tadeísta, en señal de que la luz de su espíritu jamás se irá de esta Universidad.
