“Los estudiantes y los profesores son la fuerza viva de la Universidad”: Andrés Franco, nuevo Vicerrector Académico de Utadeo

Siendo aún estudiante de bachillerato, Andrés Franco Herrera descubrió, en buena medida gracias a los documentales del famoso biólogo francés Jacques Costeau (1910 – 1997), una pasión que lo ha movido toda su vida: el conocimiento del océano, sus dinámicas, su vastedad y complejidad y las especies que lo habitan.

No es gratuito que tal inspiración lo llevara a emprender, en 1988, sus estudios de biología marina en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Lo que este bogotano, de ascendencia libanesa, desconocía entonces, es que estaba sentando las bases de una vida dedicada a la academia y a la investigación desde una institución que es, de lejos, uno de sus grandes amores.

Franco Herrera, doctor en Oceanografía de la Universidad de Concepción (Chile), llega a la Vicerrectoría Académica luego de tres décadas de carrera profesional construida desde la Tadeo y en función de ella.

Además de profesor e investigador tadeísta reconocido en su área, hizo parte de la III Expedición de Colombia a la Antártica (verano austral del 2016 – 2017); coordinó, a nombre de la Universidad, el foco temático de Océanos y Recursos Hidrobiológicos de la Misión Internacional de Sabios 2019, y se desempeñó como director del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales y de la sede Santa Marta de Utadeo, cargos que deja para asumir la Vicerrectoría.

De su vida personal destaca haber crecido en un entorno familiar cálido, en el que sus padres los motivaron siempre a él y a sus tres hermanos a estudiar y les inculcaron la importancia de hacer las cosas con amor y mediados por valores como la honestidad y la transparencia.

El nuevo Vicerrector Académico dice recibir este nombramiento “con el mayor respeto y gratitud por la confianza que el Consejo Directivo y el señor Rector Carlos Sánchez depositaron en mí para atender el desarrollo académico que nuestra universidad tiene y tendrá en los próximos años”. 

¿Qué significa para usted esta designación? 

Me siento muy honrado por este nombramiento que, considero, es producto de mi formación académica y de 30 años de trabajo y aporte en las sedes de la Universidad; debo destacar que este logro también se dio gracias a un equipo de trabajo dinámico, riguroso y muy profesional que me ha ayudado a construir y a aportarle a la universidad. 

Para una persona que ha estado vinculada tanto tiempo a la Tadeo y que la ha visto crecer, ¿qué representa llegar a la Vicerrectoría Académica? 

Llegar a este nivel del equipo directivo es una gran responsabilidad y un honor que lo llevan a uno a reflexionar sobre el crecimiento que ha tenido la Universidad en los últimos 30 años, porque también define una serie de pautas para nuestra Tadeo del futuro. Estar en esta fase es muy interesante. Como tadeísta que soy, esto constituye un gran reto. Es muy emocionante desde el punto de vista personal, laboral y familiar. 

¿Qué Universidad, desde la excelencia docente y la  investigación, recibe esta Vicerrectoría? 

El ADN tadeísta ha permanecido, permanece y permanecerá en el tiempo y la Tadeo es una universidad que desde el punto de vista académico es rigurosa, disciplinada, con profesores con alto nivel de formación y fuerte compromiso institucional; a ello se suman nuestros estudiantes, muy creativos, con un gran interés por formar sus proyectos de vida; ambos son la fuerza viva de la Universidad. 

Forman un conjunto dinámico y enriquecedor; el proceso de enseñanza y aprendizaje que se da en doble vía, profesor estudiante, estudiante profesor, está muy basado en experiencias. Esa es la Tadeo que tenemos, muy enfocada en el emprendimiento, en la innovación, en la creatividad y también en el marco de una sociedad que está ingresando a temas como la inteligencia artificial, las industrias 4.0, incluso 5.0, que también marcan un nuevo horizonte para la Universidad frente a sus planes de estudios, enfocados en formar o ayudar a formar esa generación del futuro. 

A eso también quiero sumarle que recibimos una Tadeo con un equipo administrativo muy importante, que da soporte a la actividad permanente de profesores y estudiantes. El soporte técnico nos ha permitido crecer cada día, al igual que nuestro recurso humano, tremendamente comprometido e interesado en que la Tadeo siga siendo esa universidad líder en muchos campos del saber. 

También recibimos una universidad con una gran proyección internacional; tenemos unos retos de movilidad entrante y saliente de profesores y estudiantes, que exige la educación moderna a nivel mundial. 

¿Cuál va a ser el foco de la Vicerrectoría Académica? 

Quiero retomar tres palabras que el señor Rector mencionó en su discurso de posesión y que resumen el “espíritu tadeísta”: pragmatismo, rigurosidad y afecto. Todo tadeísta –y hablo del estudiante, del profesor o de los miembros del equipo administrativo- tiene por lo menos estas tres características. 

Académicamente esta Universidad tiene varios retos, obviamente seguir innovando en nuestros planes de estudios de las cuatro facultades, ajustándolos no solamente a los proyectos de vida de nuestros estudiantes, sino también a las necesidades del país, de la sociedad en general.  

Esta universidad ha tenido un crecimiento muy importante en investigación, camino en el cual también queremos seguir, resaltando no solo la investigación pura y aplicada, sino también la creación, que está en nuestro ADN institucional. 

Adicional a eso, debe seguir proyectándose con más fortaleza en los servicios que puede prestar a la sociedad, en términos de educación continuada, de extensión o de formación no formal, y en consultorías. Tenemos una capacidad instalada muy importante en todas nuestras sedes, que puede dar solución a muchas necesidades de la industria, de la economía local y global, y también del fortalecimiento del recurso humano que está en diferentes empresas del país. 

En síntesis, tenemos un camino a seguir en la academia, en la enseñanza misma de pregrado y posgrado, en la investigación, en la educación continuada, que es algo muy importante por las nuevas tendencias de formación que tienen los jóvenes, así como en la consultoría. 

Todos estos aspectos se deben reunir en un solo propósito: servir a la sociedad, generar profesionales integrales, cuyo sello fundamental no sea solo el conceptual, también el ético y el humanístico. Esos son los colombianos que día a día necesitamos en este país del posconflicto. 

¿Cuál es su mensaje para la comunidad tadeísta? 

Esta es una administración de puertas abiertas, que quiere construir escuchando opiniones, respetando la crítica, construyendo en conjunto para el bien institucional y de las personas que hacemos parte de esta querida Universidad. Una administración para la cual la participación de la comunidad tadeísta será relevante en los órganos de dirección, de planificación y de control. 

Pero también es una administración que, reitero, busca con toda la comunidad seguir esos principios de rigurosidad, crecimiento, respeto por el ambiente y por los demás. Queremos, sobre todo, que sigamos trayendo al contexto actual los principios que han regido la universidad. 

A propósito de eso, siempre hablamos de los principios de la Expedición Botánica que nos rigen. Pero, ¿Cuáles son esos, traídos al siglo XXI? Pues la curiosidad, la creatividad, el ánimo de explorar, de conocer el valor de nuestros recursos, del trabajo en equipo, de la interdisciplinariedad… En este mundo globalizado, y en un país con tantas potencialidades, esos aspectos toman aún más relevancia; ese es el camino que debe mantener la Tadeo, ahora y en el futuro, porque nosotros debemos entregar ese legado, es nuestro deber institucional y ético con la sociedad y con la universidad.