Por: Adriana Lozano B.
En los últimos años se escucha en diferentes escenarios, fuera y al interior de la universidad, sobre la importancia de la innovación y del emprendimiento; ¿pero que significan estos dos términos? La innovación se refiere a la propuesta de cosas nuevas, a obtener nuevo conocimiento, a sugerir soluciones por vías novedosas, renovar creativamente, generar invenciones y crear nuevos productos, entre otros; el emprendedor es quien implementa o ingresa al mercado alguna innovación. No hay que confundir la generación de nuevo conocimiento con la acomodación o adaptación de tecnologías ya existentes a factores regionales, esto no genera un real valor agregado pero si ocasiona retraso en la adquisición y comprensión de los saberes y en las iniciativas de creación. Los países denominados del tercer mundo se caracterizan por adaptar y los países emergentes, como Corea del Sur, se caracterizan por innovar ¿Qué queremos ser nosotros?
El buen momento económico que actualmente tiene Corea del Sur, se debe entre otros, al alto ingreso de sus bachilleres a la universidad, un alto porcentaje del PIB se invierte en la educación, el gobierno creó instituciones de investigación y aumentó los recursos para investigación y desarrollo, y por su puesto las facilidades económicas en impuestos y préstamos para generar empresa. En el ranking web de universidades (webometrics) la Universidad Nacional de Seúl está en el puesto 108 y le sigue en la posición 144 el Instituto Avanzado de Ciencias y Tecnología de Korea; y en Colombia la Universidad Nacional está en la posición 479 y le sigue la Universidad de los Andes en el puesto 752, nuestra querida UJTL se encuentra de 3841, así que si solo nos guiamos por este ranking que en algunos círculos causa polémica, solo podemos concluir que nos falta un gran camino por recorrer.
En una revista de divulgación científica se ha publicado sobre las ideas que cambiaran al mundo en la próxima década y a continuación nombraré solo algunas, por supuesto, las que creo se relacionan con la química:
- Nuevas formas de vida sin ADN: organismos artificiales que se basan en moléculas sintéticas.
- Purificación de agua con aceite: Un sencillo artificio químico depuraría las aguas residuales con un costo bajo.
- Secuenciación del genoma del feto: procedimiento no invasivo para detectar miles de enfermedades.
- Marcapasos alimentado con azúcar: la glucosa de la sangre podría ser el combustible de los implantes médicos.
- Mineros microbianos: bacterias que extraen metales y limpian desechos.
¿A cuántos se nos han ocurrido ideas brillantes, un poco alocadas para la época pero impregnadas de nuestros más profundos sueños?, y, ¿cuántos tendremos la posibilidad y el potencial real de llevar a cabo esas ideas novedosas y creativas? , ¿Qué tan innovadores podemos realmente ser?
Si tomamos el camino de la educación como opción para transformarnos en una sociedad más justa que nos lleve a disminuir los índices de pobreza y volvernos una economía emergente, la inversión y el esfuerzo que todavía se requiere es alto, y para colocar los pies sobre la tierra desde nuestra institución, no podemos bajar la guardia como docentes, directivos y estudiantes, en el compromiso por la calidad, el buen desempeño y la ética, y por su puesto el conocimiento a fondo de lo que pretendemos ser como profesionales; he aquí la importancia de las ciencias básicas, básicas porque son el pilar, la primera piedra, son fundamentales y esenciales, no porque sean obvias o fáciles; las ciencias básicas no son herramientas que se aprenden a usar de una sola forma y cuando algo cambia se vuelven obsoletas, la ciencia es la arcilla que moldea nuestro entorno y para crear a nuestro antojo debemos conocer cómo se trabaja, cuales son su propiedades y cómo evoluciona.
Para poder innovar se necesita conocer a profundidad lo que nos apasiona con todas sus ramificaciones, aprender a escuchar, a trabajar en equipo y entender que los atajos y los apuros no nos llevan más rápido a la meta, si no que nos disipan en la confusión; desafortunadamente, para mí, concluyo con la convicción que no todos podemos ser innovadores, tal vez queremos una vida más tranquila, pero si nos topamos por el camino con un creador de ideas, hay que brindarle la mano para darle el empujón, que aunque sea pequeño, le permitirá desarrollar su novedad y encontrase con un emprendedor para dar valor a su creación.
Para mis colegas:
“ Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más”
Proverbio hindú.
Para mis alumnos:
“Amargas son las raíces del estudio, pero los frutos son dulces”
Catón.
