La curiosa forma de ganarse su vida ha supuesto para Morimoto decenas de miles de seguidores en redes sociales, un programa de televisión inspirado en su negocio y hasta se ha animado a escribir un libro sobre sus experiencias con los clientes. Morimoto, de 37 años, casado y con hijos, cuenta a BBC Mundo cómo se hartó de su trabajos anteriores, se le ocurrió su particular negocio y qué es lo que más le gratifica de su oficio.
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