El nuevo Nobel de Literatura es un "negacionista" de hechos históricos crueles
“El Nobel podrá ser buen escritor, pero no buena persona” es la referencia que hace el consejero y exrector de Utadeo, José Fernando Isaza, en su reciente columna de opinión en El Espectador, acerca del Premio Nobel de Literatura de este año, Peter Handke, a quien tilda de ser “negacionista de hechos históricos apabullantes por su crueldad”.
Indica que el escritor se mostró partidario del serbio Milosevic, autor de la masacre de Srebrenica, genocidio que durante mucho tiempo negó el literato: “hasta julio de 2018, se habían identificado 8.372 asesinatos. El Museo de Memoria Histórica es sobrecogedor, es la vieja bodega de la planta de aluminio adonde llevaron a quienes iban a asesinar; no se le ha hecho ninguna clase de remodelación”.
En todo caso, subraya, no ha sido el único episodio de negacionismo ante un acto como este. Ya ha pasado, por ejemplo, con el holocausto judío perpetrado por los nazis, en el que personaje como Jean-Marie Le Pen han manifestado que esta masacre no ocurrió o que ha sido exagerada la cifra de muertes.
“Para que las generaciones venideras no olviden estos hechos de degradación humana, países europeos califican de ofensa criminal judicializable negar el holocausto”.
En Colombia este tipo de conductas también se han dado, tal como sucede con el actual director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Rubén Darío Acevedo, quien aseveró que en el país no ha existido conflicto interno: “¿Será que los siete millones de víctimas y desplazados eran ‘turistas internos’, como lo vilipendió J.O. Gaviria?", cuestiona el columnista.