Las encrucijadas de Iván Duque
A escasos días de cumplir los siete meses de mandato, el consejero y exrector de Utadeo, José Fernando Isaza, hace un análisis de la gestión de Iván Duque en el ámbito político, social y de seguridad, en su más reciente columna de opinión en El Espectador. Tomando las palabras de la actual ministra de Trabajo, Isaza sostiene que el gobierno ha tenido una gestión a la sombra de Uribe, en la que este es considerado jefe, y Duque, el presidente.
Advierte también que la intervención conciliadora del presidente elegido dista mucho de las acciones que ha tomado en los últimos meses: “Ante el hecho político de la votación contra la corrupción, el presidente electo convocó a los partidos y se sumó a la campaña contra este flagelo. Los resultados han sido pobres, el presidente eterno no apoya los proyectos presentados”, argumenta.
Sin embargo, agrega, lo peor podría estar por venir, pues el proyecto de reforma política que fue aprobado, en uno de sus artículo, le otorga el 25% del presupuesto nacional de inversión a los congresistas, con lo cual la llamada “mermelada” sería insignificante, en comparación con los montos que podrían otorgar los congresistas.
En cuanto a seguridad, señala que el ejército de informantes evoca a los guardianes de la revolución de las peores dictaduras de izquierda y de derecha, al tiempo que amenaza con volver a las Convivir y el paramilitarismo: “El primer anillo de la política de guerra o paz está claramente orientado por Uribe, el negativismo de la existencia de un conflicto en Colombia se consolidó con el nombramiento de un académico historiador en el Centro de Memoria Histórica que niega la existencia del conflicto”.
En ese sentido, Isaza sostiene que Duque se encuentra en una encrucijada, pues no puede apartarse de la dirección de Uribe, así su conciencia le dicte tomar otro rumbo.