Los colombianos no confían en sus instituciones
En Colombia, según el último sondeo hecho por Raddar en torno al grado de confianza que tienen los colombianos frente a sus instituciones, muestra unos resultados bastante inquietantes, entre ellos que tan solo el 10,6% de los encuestados confían en sus gobierno locales. El exrector y consejero de Utadeo José Fernando Isaza analiza las posibles causas de este fenómeno en su columna de opinión en El Espectador.
Una de las razones, menciona el columnista, tiene que ver con que uno de cada tres financiadores de campañas electorales contrataron con el Estado durante las últimas vigencias, siendo desde el 2010, el 80% de la contratación de manera directa. “La rentabilidad de la financiación se puede deducir del siguiente cálculo: de acuerdo con Transparencia por Colombia, por cada peso invertido en la financiación de las campañas, en muchos municipios se obtuvieron $33 en contratos; la mayor parte, adjudicados a dedo. Un margen razonable de utilidad en una licitación transparente es del 10 %; en una adjudicada a dedo, producto de la contribución a la campaña, bien puede ser del 30 % o más, una rentabilidad del 990 %, mayor que con la coca o la minería ilegal”, argumenta Isaza.
La situación, dice el directivo, empeora en el orden nacional. El informe indica que el 9,1% de los colombianos confía en el Gobierno, razón que sería uno de los detonantes de las movilizaciones ciudadanas. Isaza destaca que el Gobierno ha incumplido promesas de campaña, entre ellas la de constituir un gabinete técnico sin cuotas burocráticas, y por supuesto, el tema del fracking también es una situación crítica.
“El Ejército tiene un mejor grado de confianza: 37,5 % contra un 62,5 % que no confía. Hay un deterioro notable con relación a las cifras anteriores, que invertían la percepción. ¿Podrá un ciudadano confiar en una institución cuyo comandante, en una declaración oficial, lamenta en nombre de todas las Fuerzas Armadas la muerte de uno de los más terribles y cínicos asesinos de la historia? Poca confianza debió inspirar en el ciudadano esta entidad cuando se trató de revivir el estímulo a los asesinatos de inocentes indefensos y solo se revirtió esa política a causa de las filtraciones de la prensa extranjera”, comenta.