Treinta años sin Sylvia Duzán

Treinta años sin Sylvia Duzán

Utadeo en los Medios
Treinta años sin Sylvia Duzán
Miércoles, Febrero 26, 2020
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En una columna especial para El Espectador, tras cumplirse treinta años del asesinato de la periodista, el profesor emérito de Utadeo Salomón Kalmanovitz hace un recuento de la vida que compartió junto a la comunicadora durante siete años.
Fotografía: Oficina de Comunicación

El 26 de febrero de 1990, un grupo de hombres armados llegó hasta un restaurante en Cimitarra (Norte de Santander) y disparó indiscriminadamente contra varias personas, entre ellas la periodista Sylvia Duzán. Su caso fue declarado como delito de lesa humanidad debido a la afectación a la libertad de prensa que enmarcó este hecho, pues la comunicadora estaba trabajando en un documental sobre el impacto a la población civil por parte de grupos armados ilegales. El profesor emérito de Utadeo Salomón Kalmanovitz, en una columna especial en El Espectador sobre la conmemoración de este asesinato, hizo un recuento de la vida que compartió con Duzán, quien fue su esposa.

“Conocí a Sylvia Duzán a mediados de 1983. Ella trabajaba en Semana en un semillero de jóvenes periodistas bajo la orientación de Gabriel García Márquez. Yo era columnista de la misma revista turnándome con Ernesto Samper y Jorge Valencia, en un abanico político de izquierda, liberal y conservador que hacía perder continuidad a los temas”, destaca Kalmanovitz.

Para le época en la que conoció a Duzán, Kalmanovitz tenía 40 años y ella tenía 23. Y aunque, dice el columnista, estaba saliendo de un divorcio conflictivo, la postura de la periodista la desafiaba y atraía demasiado. “La luna de miel”, como lo menciona el tadeísta, se prolongó por casi siete años: “yo soy reservado y bastante incomunicado, poco comunicativo, y ella se volvió un puente que me abrió a la gente joven. Sentí que me rejuvenecía compartiendo su energía, sus amigos, su música, sus aventuras periodísticas; escribimos juntos un texto de bachillerato de historia de Colombia para noveno grado que fue presa de escándalo y grandes ventas”.

Kalmanovitz recuerda que 1988 sería un año clave para Duzán, pues conocería a Alma Guillermoprieto, quien escribía crónicas sobre conflictos en América Latina y el impacto del narcotráfico en la vida de los colombianos. Alma era el modelo a seguir por parte de Silvia por su tono a la hora de comunicar con crónicas de gran interés público, tortuosos, oscuros y peligrosos de investigar.

Esta senda la conduciría, infortunadamente, a su asesinato, cuando tan solo tenía 30 años. Fue en el proyecto financiado por el Canal 4 de la televisión inglesa, liderado por Patricia Castaño y Adelaida Trujillo, en el que Duzán participó como periodista de investigación, en un trabajo de campo en Barrancabermeja y Cimitarra.

Sylvia debía reunirse con los dirigentes el 26 de febrero en la cafetería La Tata, en la cabecera municipal. Yo la llevé al aeropuerto temprano, pero había un trancón imposible de salvar en el puente de la Avenida Boyacá y ella abandonó el carro, pasó a pie y llegó al aeropuerto, pero cuando ya estaba cerrado el vuelo a Bucaramanga. Decidió entonces irse en flota en un viaje que le tomó 12 horas, para llegar a su cita con la muerte hacia las nueve de la noche”, narra Kalmanovitz.

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