El compromiso manifiesto de la moda

Editorial
El compromiso manifiesto de la moda
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Miércoles 19 de Agosto 2020
Diseñador Juan Camilo Gomez Fernandez Fotografía: Manuela beltran Diseñador y Gestor de moda de la Tadeo

POR: ANGELA LILIANA DOTOR

 

La travesía del vestido a través del tiempo ha mostrado la línea histórica de la humanidad, y con ella el relato de las sociedades y su manera de habitar o relacionarse con el contexto.

En este sentido, el vestido ha sido un gran sistema de signos que ha actuado como narrador de los sujetos y de su cultura. A través de él se puede leer muy bien el concepto de “distinción”, tal como Bourdieu lo describió, concepto que describe esa necesidad social por ganar espacios simbólicos cercanos al llamado “buen gusto” y al “lujo” (1).

Por esta senda, y con el peso de la “distinción” a cuestas, se construyó  el sistema de la moda, el cual se propuso como una industria que construye tendencias, realiza indumentaria y produce materiales, colores y prácticas del vestir a partir de los cuales tomamos decisiones todas las mañanas acerca de cómo presentarnos cada día.

Con base en esta necesidad, la industria de la moda produce la indumentaria, las experiencias y los diferentes productos. Esta industria está valorada en 2.5 trillones de dólares (2), y emplea a 60 millones de personas en el mundo, en su mayoría mujeres, pero también es una de las más cuestionadas por su insostenibilidad, que afecta directamente a las sociedades y al medio ambiente.

El compromiso de la moda tiene unas premisas por las que debemos trabajar cada día desde el diseño, premisas que pasan por pensar los recursos en su origen e impacto, los procesos en cuanto a la medición de su huella en los individuos y en el medio ambiente, y la cultura como derecho a ser. Si lo asumimos con profundidad, el compromiso consiste en establecer énfasis en el diseño sistémico (3), con normas muy claras de trazabilidad y transparencia.

Es aquí donde se da la apertura al compromiso para hacer moda ética y sostenible, con una perspectiva ética y socio estética (3) que nos involucre a todos, como diseñadores, productores y consumidores.

En cuanto al compromiso del consumidor, es crucial adquirir una mayor conciencia. Esto implica empezar por decisiones individuales, en la compra y en el mantenimiento de las prendas. Hay que conocer el impacto y el origen de cada pieza que tenemos en el closet. Y como aspecto fundamental, hay que vestirse con diseño colombiano que pueda ser rastreable y medible en sus procesos. Diseño incluyente, que trabaje con buenas prácticas, produzca empleo y genere identidad: ese es hoy el compromiso de la moda.

 REFERENTES

  • Bourdieu, P. (2002). La distinción criterio y bases sociales del gusto. http://biblioteca.udgvirtual.udg.mx/eureka/pudgvirtual/Bourdieu2.pdf
  • According to Business of Fashion and McKinsey’s ‘The State of Fashion’ report, the global value for the fashion industry was $2.5 trillion as of 2017. The State of Fashion 2019, p.64
  • ANGELA LILIANA DOTOR ROBAYO, "Thinking Textile Materials from Their Nature: Ethical Materials for Fashion Design with Technological, Social, and Aesthetic Sense" Sustainability in the Textile and Apparel Industries

 

 

ENGLISH VERSION

The manifest commitment of fashion

 

The crossing of the dress has shown the historical line of mankind and with it the account of societies and their way of inhabiting or relating to the context.

In this sense, clothing has been a great system of signs which has acted as the narrator of the subjects and their culture. In this narration the concept of "distinction", as Bourdieu described it, can be read very well. Distinction is a word that describes the social need to gain symbolic spaces close to the so-called "good taste" and "luxury" (1)

It is precisely in this sense and on the grounds of “distinction” that the fashion system was built, a system proposed as an industry that builds trends, makes clothing, produces materials and colors, and clothing practices. And from which we make decisions every morning about how to look ourselves every day.

Based on this need, the fashion industry produces clothing, experiences and different products. It is valued 2.5 trillion dollars (2), and employs 60 million people around the world, mostly women, but it is also frequently questioned because of its unsustainability which directly affects people and the environment.

And it is here where there is an opening for the commitment to make ethical and sustainable fashion within an ethical and socio-aesthetic perspective (3) which may involve us all as designers, producers and consumers.

This commitment has premises for which we must work every day in design, ranging from thinking about the origin and impact of resources, about the footprint measurement of processes on people and the environment, and about culture as a right to be. If we think about it in depth, it means to put the emphasis on systemic design (4) with standards of traceability and transparency.

As for consumer commitment, it is crucial to achieve greater awareness. This implies starting with individual decisions in the purchase and maintenance of the garments. It is worth knowing the impact and the origin of each piece that we have in the closet and, as a fundamental aspect, it is desirable to dress Colombian design, traceable and measurable in its processes. We mean by this an inclusive design which works with good practices, producing employability and generating identity: this is the commitment of fashion today.

 

SOBRE LA AUTORA

Angela Liliana Dotor Robayo es diseñadora de modas y textiles, Actualmente candidata a PhD en Diseño de la Universidad de Palermo, Magister en dirección Mercados de la Universidad del Mar,  Profesora asociada del Programa de Diseño y Gestión de la moda de la universidad de Bogota Jorge Tadeo Lozano, con especial interés en  los estudios culturales  de moda  así como  en el Diseño de indumentaria y textil de alta complejidad.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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