Desde el domingo 15 de marzo, cuando a causa del COVID – 19, las clases presenciales fueron suspendidas en la institución y retomadas de manera virtual el 13 de abril, dando inicio a una etapa llena de cambios para la mayoría y sobre todo de preguntas acerca de cómo se podrían afrontar los desarrollos de las respectivas asignaturas, proyectos y demás aspectos de la educación, esto, sin afectar o perjudicar la calidad de la misma, y más en carreras pertenecientes a la Facultad de Artes y Diseño, donde el componente presencial tiene un papel de suma importancia, porque en condiciones normales, hacemos uso de los talleres para transformar los materiales y generar diferentes formas que nos ayuden a representar y comunicar esos diseños en los trabajamos por mucho tiempo, así, los profesores pueden evaluar tanto el proceso, como el resultado final.
Pero ante la situación de tener que desarrollar las clases de manera virtual, a los profesores se les presentan diferentes caminos por los cuales transitar con respecto al desarrollo de las asignaturas, y habiendo discutido sobre el tema con varios estudiantes de diferentes talleres, parece que la mayoría de profesores decidieron tomar aquel camino que parecía obvio, en el que se continua con el desarrollo “normal” de la clase, hablando acerca de los mismos temas, pidiendo las entregas correspondientes, las cuales pasaron a ser fotografías y videos de los modelos o bocetos desarrollados en casa; con respecto a esto, los estudiantes concuerdan en que debido a la situación, no es fácil poder acceder a materiales, tanto por el hecho de encontrarlos, como por condiciones económicas a las que cualquiera de nosotros nos podríamos llegar a ver afectados, además también señalan la dificultad para poder rendir y cumplir con los objetivos de cada asignatura, porque precisamente esas son las cosas que pasan cuando de repente viene una cuarentena y la mayoría de los hábitos y ritmos de trabajo a los que se está acostumbrado, deben cambiar.
El problema es que al parecer muchos de los profesores no ven ese tipo de cosas y solo se enfocan en llegar a los resultados que esperan a como de lugar, y precisamente este es el lugar obvio al que me refiero, porque desde luego, no está mal tratar de dar por terminados los proyectos que se dieron inicio al comienzo del semestre o antes de toda esta situación, ¿pero no parece de algún modo que estamos dejando de lado la realidad, el contexto y hasta las situaciones que empezamos a vivir a raíz de todo esto?, porque parece que como estudiantes nos han metido en una burbuja donde nos olvidamos del mundo exterior, para continuar con el desarrollo de proyectos que en gran medida van a terminar siendo suposiciones al no poder realizar modelaciones o maquetaciones con materiales indicados, simulaciones, comprobaciones y demás; ¿Acaso no se supone que en el diseño una de las variables más importantes es el contexto?, y esto nos lleva a otra pregunta y es ¿Por qué no proponer discusiones desde el diseño, con relación a esto que nos está pasando?, tal vez el camino menos obvio por el cual se podía transitar, era el de replantear las asignaturas, que desde luego no es algo nada fácil y mucho menos a la mitad del semestre, pero definitivamente es una situación coyuntural que puede justificar ese cambio en el que nadie tiene experiencia, pero que podría valer la pena y así aprender de todo esto, proponer ideas, discusiones con respecto a los posibles cambios a nivel profesional, nuevos proyectos y demás.
Otro de los puntos importantes, se relaciona con los medios por los que representamos nuestras ideas, en este punto sería válido no privilegiar la calidad de los materiales, acabados y demás, ya que finalmente lo más importante es poder transmitir y comunicar esas ideas que se generan a partir de la creatividad, valor fundamental para los diseñadores, de manera que no se deberían descartar modelos, maquetas y demás, realizados con los materiales a los que podemos tener acceso en nuestras casas, ya sean hojas, cartón reciclado, botellas, entre otros; porque sí, los materiales y los procesos que llevamos a cabo es un punto de cierta relevancia, pero no creo que sea ese el punto más importante del diseño, lo más relevante, e incluso nuestra propuesta de valor frente al campo laboral y la sociedad, debe ser la creatividad, esas ideas que tenemos y que podemos transformar en proyectos. Pero definitivamente esto es una situación que nadie esperaba, de la que seguiremos aprendiendo y tratando de asimilar los cambios de los que estamos siendo testigos.
AUTOR: Daniel Felipe Galindo González
Diseño industrial