La obsolescencia programada es un gran problema que nos afecta a todos, no solo a los diseñadores industriales, es un problema para el medio ambiente, para el consumidor, para el común de las personas. A veces nos preguntamos porque las cosas que compramos se dañan de un momento a otro, si no han sufrido de ningún golpe, si no se han roto, si no han sufrido de algún daño trascendental, simplemente dejaron de funcionar de un momento a otro. Y luego decimos que lo vamos a mandar a reparar pero simplemente no se puede reparar o porque no encontraron la pieza faltante, porque ya no producen mas ese producto y no se puede reparar, porque sale más caro repararlos que comprar uno nuevo, o en el caso de Apple, no se lo vamos a reparar porque por políticas de la empresa usted tiene que reemplazar su producto viejo por uno nuevo.
Pues la respuesta es muy simple los productos han sido diseñados para dañarse después de cierto momento, después de cierta cantidad de usos, pero todo esto se hace intencionalmente, ¿para qué? Pues para crear más producción masiva, para que hayan más objetos para renovar los viejos, para que la economía no se quede estancada. Pero ¿esto realmente es algo bueno o malo? pues la obsolescencia programada tiene dos caras, ya que por un lado la economía puede ser algo bueno, pero por otro lado a nivel ambiental es algo fatal, ya que la mayoría de los productos terminan en basureros por ejemplo en India nos muestran el documental, Comprar, tirar, comprar. En este documental nos muestran como un señor al mandar a arreglar su impresora dañada, descubre que no funciona más debido a que tiene un chip programado en donde le da ordenes a la impresora que, después de cierta cantidad de usos no funcione mas. Dónde nació esta noción de programar los productos para que funcionen después de cierto uso, fue en 1920 con la bombilla, ya que al principio ingenieros trabajaron para que sus bombillas duraran 2.500 horas, pero luego se dieron cuentan que si lo hacían de esa manera, los consumidores no iban comprar más, es por esto que les exigieron a los mismo ingenieros que las bombillas tenían que durar solo 1000 horas, para que así la economía no se cayera, así mismo nos muestran como pasó lo mismo con las medias de nilón, entre otros a través de la historia.
Personalmente, pienso que este tema es un llamado de atención a lo que los diseñadores industriales estamos haciendo hoy en día, este es un tema muy grave para el medio ambiente, y puede que efectivamente esta política sirva para que la economía siga fluyendo, pero ¿qué sentido tiene hacer y hacer productos? solo por tener más dinero, ¿para qué? Para gastarlo en más y más productos, creo que debemos tener una conciencia de qué diseñamos
y dónde va a terminar lo que diseñamos, en cuánto tiempo se va a descomponer, y si esto le está haciendo daño al medio ambiente, a los animales y al ecosistema. En este orden si somos conscientes de lo que pasa en nuestro alrededor podemos crear nuevos materiales biodegradables que ayuden al medio ambiente y no lo contaminen, y también no hacer productos y cosas por hacerlas, si no tomar conciencia de que estamos haciendo, para quién, y cómo estamos ayudando a cierto nicho de mercado con eso que estamos diseñando. Hay que seguir diseñando, pero con responsabilidad y conciencia, para que haya un equilibro entre la obsolescencia programada y el medio ambiente.
AUTORA: Natalia Gutierrez Cepeda
Bibliografía:
Documental, comprar, tirar, comprar.
https://www.eltiempo.com/economia/sectores/en-que-consiste-la-obsolescencia-programada-es-buena-o-mala-157784
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/01/15/companias/1516029697_877367.html