La mirada contemporánea sobre las ciudades hace posible pensar que puedan desarrollar ventajas competitivas frente a las otras, al construir estructuras urbanas eficientes, infraestructuras y equipamientos que sirvan como base del desarrollo y el disfrute de las actividades humanas. Pero también ciudades que se reestructuren a partir de formas urbanas sostenibles, que incorporen diversidad de tipologías arquitectónicas y espacios urbanos que faciliten las relaciones sociales, la vida urbana y la identidad colectiva[1].
Por tanto, la preocupación por la ciudad actual y la futura, rebasa lo cuantitativo y se centra en las nuevas formas de habitar el territorio. Esto exige a la Maestría en Arquitectura, la puesta en marcha de nuevos métodos de trabajo para la lectura de la Ciudad, como de la proposición de nuevos instrumentos para abordar el urbanismo, la planeación, el ordenamiento y la formalización del territorio que afectan y se ven afectadas por el Proyecto de Arquitectura.