Si se parte de la definición de que la cultura es toda manifestación o producto de la especie humana, aspecto que implica una mediación del hombre en su entorno a través del pensamiento, el lenguaje y la transformación del medio físico, es posible establecer que la arquitectura es un campo de acción significativo en el cual se hace manifiesto dicho producto humano.
Desde esta perspectiva, los edificios (arquitectura) y el lenguaje son las expresiones tangibles a través de las cuales se hace visible la relación del hombre con el mundo. Es así como abordar el estudio de la arquitectura actual en su contexto (social, artístico, económico, político, histórico, entre otros), abre la posibilidad de acercarse al conocimiento y comprensión de su papel en la construcción de la cultura.