"Estamos ante la configuración de un nuevo país". Darío Fajardo

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"Estamos ante la configuración de un nuevo país". Darío Fajardo
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Jueves, Julio 2, 2015
Para él, los diálogos deben tener en cuenta que hay un proceso de reconfiguración del poder que deben tener en cuenta gobierno y dirigentes del país.
Fotografía: Oficina de Comunicación.

Darío Fajardo fue uno de los expositores en el foro “Desarrollo social para el posconflicto” que se desarrolló en Utadeo para analizar las perspectivas del agro si se logra la paz luego de los diálogos de gobierno y guerrilla en La Habana.

En su intervención, Fajardo señaló que el escenario actual de negociación es un escenario ya recorrido en busca de salidas políticas a la guerra con propuestas desde diferentes sectores, incluso desde los más radicales (ya en 1964 la guerrilla de las Farc produjo un documento con una propuesta de reforma agraria que no ha sido discutida aún).

Fajardo señaló que algunos historiadores afirman que estamos en el umbral de un cambio de época; la incógnita es saber si se van a profundizar los peores elementos de lo que ha existido hasta ahora, lo cual es un riesgo, o si se abre la posibilidad de que vayamos hacia un mundo mejor.

En su intervención mencionó que Colombia debe ver más alá de sus fronteras “El mundo nos está sacudiendo por lo que debemos dejar de mirarnos al ombligo y darnos cuenta que estamos insertados en él y las circunstancias actuales no hacen ver eso, mezclan lo positivo y lo negativo, lo peligroso y lo esperanzador. Esa mirada hacia afuera nos pone en el ámbito de la geopolítica; en los términos de la guerra, Colombia se convirtió en una amenaza para la región: tuvo problemas con Ecuador por una agresión militar, con Venezuela con un dispositivo paramilitar que está actuando y está inmerso en el tema del contrabando, y Brasil nos mira con preocupación”.

Pero acotó además que el fin de la guerra es más que un deseo, es una respuesta a una serie de circunstancias que no solamente son expresión del conflicto interno, de las necesidades internas, sino de cómo este conflicto está incidiendo en la región.

Cuando se producen estos diálogos, los países cercanos aportan sus visiones del conflicto. Hay grandes convergencias en cuanto al diagnóstico de la situación colombiana desde los diferentes países que aportan su visión al tema de los diálogos.

Además, señala que se producen estudios, como el documento de José Antonio Ocampo que tiene el inmenso valor que trasciende los diagnósticos y va hacia las propuestas y tiene otra virtud que es el diálogo e interlocución con los primeros dos preacuerdos de las conversaciones de La Habana, que por lo demás -anota- “plantean una situación completamente ambigua y contradictoria pues el gobierno que está presente en esas conversaciones y firma los preacuerdos, no recoge absolutamente nada de estos en su plan de desarrollo”.

Fajardo mencionó algunos de los temas que contemplados en los acuerdos y que están en la propuesta de la misión rural como son acabar la guerra; superar la pobreza que no es solamente problema de unos programas específicos ni de asignar recursos, sino de las condiciones políticas que expresan la decisión de terminar con la pobreza que ha sido funcional al status quo en Colombia.

El investigador señala que se hace la propuesta de la reforma agraria integral en una perspectiva que no abarca solo lo agrario y lo rural, sino con una perspectiva integral pues el campo y la ciudad son caras de una misma moneda con relación estrecha y directa con los sistemas de poder nacional.

Pero hay problemas para corregir, por ejemplo, Colombia abandonó su capacidad de producción y de aquí se desprende una tarea que está contenida en la misión dirigida por Ocampo y en los preacuerdos de La Habana, la recuperación de la capacidad productiva del país que tiene que ver con el uso del suelo, con la forma de apropiación de la tierra y su utilización. “Hay una reconfiguración de nuestra actividad agrícola hacia la minería con todos los problemas ambientales y sociales que ha traído” señala.

Además anota que ha habido destrucción sistemática de la institucionalidad en el sector agropecuario y el reto es reconstruirla de una manera distinta con la posibilidad de que modelos de transferencia tecnológica no vengan de arriba hacia abajo, sino todo lo contrario, con las comunidades experimentando y viviendo esa innovación diaria con métodos que se han llamado “campesino a campesino” que construyan nuevos sistemas de desarrollo tecnológico.

Otro tema que hay que reconocerle a la misión, anota Fajardo, es que se ha fijado en las formas asociativas de los campesinos que no son solo las alianzas productivas entre grandes y pequeños productores, sino también las que hacen las comunidades indígenas de los resguardos (trueques de semillas, ampliación de formas comunitarias de trabajo en la tierra) y las comunidades campesinas encontraron por ejemplo, una figura que es la de las zonas de reserva campesina.

Hay un punto que en la parte rural es fundamental y es de la representación política que tiene que manifestarse en esa búsqueda del equilibrio campesino por que las comunidades no pueden avanzar sino tienen fuerza política.

Por último Fajardo afirma que se habla del ordenamiento territorial que se puso en la mesa hace años; pero para que este sea eficaz, eficiente y que sea la búsqueda de equilibrios para resolver la guerra, debe tener un sentido eminentemente político, debe construir poder desde lo local, perspectiva que está caminando desde el proceso de las constituyentes locales que tiende a la constitución de una nueva asamblea nacional constituyente.

“Hay un proceso de reconfiguración del poder que debe tener en cuenta el gobierno y la dirigencia del país; es la configuración de un nuevo país” concluye.

Sobre Darío Fajardo

Es antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia, máster en Artes de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) y candidato a doctor en estudios sociales de la Universidad Externado de Colombia, claustro del que también es profesor e investigador. Actualmente se desempeña como miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas y asesor de la Comisión Histórica del Conflicto Armado en el marco de los diálogos de paz en la Habana (Cuba). Fajardo ha sido oficial y asistente representante de la FAO en Colombia, así como consultor del IICA para el proyecto de Zonas de Reserva Campesina, profesor asociado de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional de Colombia, profesor titular de la Universidad de la Plata (Argentina) y director del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (SINCHI). En la esfera académica, sus publicaciones se enfocan en el conflicto armado colombiano y sus consecuencias para el agro.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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