“Mi mayor logro fue haber sembrado en el corazón de mis muchachos virtudes” así habla Myriam Guerrero, de su vida en Utadeo

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“Mi mayor logro fue haber sembrado en el corazón de mis muchachos virtudes” así habla Myriam Guerrero, de su vida en Utadeo
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Jueves, Febrero 22, 2018
Tras 25 años de trabajo como entrenadora de fútbol de Utadeo, Myriam Guerrero nos habla de su vida en esta institución, de su amor por este deporte y de su enfoque humanístico a la hora de enseñarlo.
Fotografía: Jacobo Palacios Méndez - Oficina de Comunicación

Myriam Guerrero es una bogotana que ha dedicado gran parte de su vida al fútbol desde distintos escenarios. Educadora Física de la Universidad Pedagógica Nacional, Especialista en Fútbol de Instituto Central de Educación Física de Moscú, durante más de 25 años entrenadora en Utadeo y pionera del futbol femenino en Colombia. Conversamos con ella sobre su vida personal y profesional, en especial sobre su historia en la Universidad, con motivo de su salida de la institución y esto fue lo que nos contó.  

Myriam es la menor de 4 hijos, nacida en el hogar de María Aminta, su madre, que los crió prácticamente sola y a quien describe como “una mujer trabajadora, luchadora y ejemplar, que sembró en sus hijos principios y virtudes que hasta el día de hoy prevalecen”. Cuando le pido que me diga ¿quién es Myriam Guerrero? Responde pausada: “una mujer luchadora que siguió el ejemplo de vida de mi mamá, soñadora desde siempre, creyente en Dios y una enamorada del fútbol”. 

Myriam estudió su bachillerato en el Colegio INEM Santiago Pérez del barrio El Tunal,  y desde allí empezó su gusto por la actividad física, aunque su sueño en un comienzo era ser odontóloga, su profesora de educación física Eleanora, la impulsó para que se presentara a ese programa en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Inició sus estudios en la UPN, donde se destacó siempre por su gusto y su talento por el fútbol; cuenta que todos los semestres elegía las prácticas de fútbol y las combinaba con algún otro deporte. Cuando llegó la hora de elegir por cual deporte tenía preferencia, nunca dudó en que el fútbol era lo suyo. A punto de terminar la universidad, surgió la posibilidad de especializarse en esta disciplina en el Instituto Central de Educación Física de Moscú, gracias a una beca que le otorgó en el año 1987 la Embajada de Colombia en la Unión Soviética. 

Su tesón, se ve reflejado en cada una de las historias que cuenta, por ejemplo, cuando recuerda su viaje a Moscú, ella contaba con una beca, la cual incluía un auxilio que le cubría alimentación y transporte, pero solo pudo reunir algunos dólares. Al respecto rememora: ”me fui con 120 dólares en el bolsillo, pero me tocó pagar como 25 de impuesto de salida, entonces me quede con 95 y pensé: aquí voy, con todas las ganas, a hacer mi sueño de especializarme, porque no quería quedarme solo con la licenciatura”. 

También es una mujer con una fe y una espiritualidad muy grande. “Cuando miro hacia atrás me doy cuenta que Dios siempre me ha llevado por un camino y que ha puesto a personas que han sido ángeles en mi vida,  pues me han direccionado para poder cumplir los propósitos y el plan de vida que Él tiene trazado para mí”, con esta reflexión espiritual, Myriam explica sus caminos por el fútbol, su vida académica y su llegada a la Tadeo. 

De su pasión por el fútbol responsabiliza a su hermano mayor: “el culpable de que yo haya dedicado la mitad de mi vida a este deporte, fue mi hermano Carlos Alfonso Guerrero, que ya no nos acompaña. Él me llevaba al Estadio El Campin, o me llevaba a sus partidos, y así poco a poco, me fui enamorando del fútbol y eso se lo agradezco profundamente”. Gracias a ello, Myriam jugó desde los 11 años en campeonatos del colegio y de los barrios aledaños, luego hizo lo propio en las prácticas deportivas en la Universidad Pedagógica, llegó a ser jugadora y entrenadora de la Selección femenina de Colombia y además se declara hincha del Real Madrid y de Millonarios, con todo su corazón. 

“Fueron más de 25 años en la Tadeo de desarrollo y plenitud total” 

Cuando hablamos del significado en su vida de La Tadeo, Myriam toma aire, respira profundo y con su voz suave me responde: “la Universidad para mí es media vida, significa oportunidades al cien, bendiciones, apoyo, respaldo, respeto por mi trabajo” y destaca las veces en que la universidad la apoyó con licencias remuneradas para representar a Colombia en el Suramericano de Mar del Plata en Argentina, en el año 1988, o como cuando fue entrenadora de la selección Colombia femenina, entre el 2003 y el 2004. 

Y agrega: “aquí también tuve oportunidades académicas, logre sacar adelante el título de Comunicadora Social y Periodista de La Tadeo, tuve dos veces media beca y beca completa,  por mis resultados académicos, y además conté con el apoyo de mi Decana Margot Ritchie, a quien recordaré siempre; a los profesores, todo mi agradecimiento porque fueron muy queridos conmigo e hicieron parte de este nuevo logro en mi vida. Fue una experiencia maravillosa, mis compañeros eran muy jóvenes y me decían la profe, porque les inspiraba respeto, sabían que yo era la entrenadora”. 

Myriam llegó a la Tadeo en el año 1991 por una invitación de Juan Carlos Gutiérrez, entrenador del equipo del futbol en esa época y con quien ella había cursado su especialización en Moscú. Gutiérrez le abrió las puertas como entrenadora de voleibol, deporte que también había estudiado y practicado en la Universidad Pedagógica y en seminarios que había hecho posteriormente. Un año después, en un encuentro casual en el Centro Comercial Galerías, con Luis Eduardo Mantilla, recién nombrado en ese momento, jefe de la oficina de deportes de la Tadeo, le sugirió que se presentará a la convocatoria como entrenadora. Hablando de ese momento Myriam nos cuenta: “así lo hice y en febrero de 1992 empecé a trabajar como entrenadora de fútbol sala masculino y fútbol masculino. Luis Eduardo ya me conocía como entrenadora de voleibol, cual era mi verdadera especialidad. Desde ese momento me entregó la responsabilidad y el privilegio de dirigir estos dos equipos y hasta noviembre 30 de 2017, Dios me tuvo haciendo parte de esta hermosa institución”. 

Grandes personas han inspirado la vida de Myriam

Myriam escucha atenta mis preguntas, sonríe y suelta sus respuestas al instante. Cuándo le hago la pregunta ¿Quién ha inspirado tu vida? Responde: “son muchas personas, primero mi jefe Luis Eduardo Mantilla, quien marcó mi vida, porque es proactivo, integro, respetuoso, me dio un respaldo impresionante. También los chicos me inspiraron, las historias de vida que compartieron conmigo que las viví como si fueran propias  y a las cuales estoy segura aporte. Tanta gente maravillosa, que me entregaron una paz que sobrepasa todo entendimiento y ahí es cuando yo siento que hacia parte del plan que Dios tenía para mí que mi historia se diera en La Tadeo”.  Y agrega, "mi inspiración en el fútbol siempre fue Andrés Escobar, de hecho yo jugue también con el número 2 en homenaje a él, un hombre integro, gran jugador pero sobre todo gran persona, no en vano le llamaban el caballero del fútbol".

Mientras trabajó en la Universidad, Myriam seguía participando en eventos deportivos y además alternaba su labor de entrenadora como como docente de Educación física del Distrito, en una Escuela del barrio La Paz, cerca de la cárcel La Picota. De su paso por la escuela afirmó: “esa experiencia en La Paz me permitió compartir todos los dones y talentos que Dios me dio como ser humano, y comprendí la educación física se convirtió en un medio para que yo diera amor, aliento y consejo a esos niños”. 

Para esta bogotana el logró más importante de su vida en la Tadeo no son los trofeos, sino “…haber sembrado en el corazón de mis muchachos virtudes, valores, principios de vida, haber marcado una pauta en los torneos de ASCUN y Cerros, no por títulos, sino porque la Universidad siempre se caracterizó por ser un equipo que era respetuoso de sus rivales, ganáramos o perdiéramos, sembramos una historia distinta y marcamos la diferencia en los torneos en los que participamos. Creo que eso es lo más grande, todo lo que pude sembrar a través de mi que hacer, en el corazón de las personas, llámese jugadores, estudiantes, funcionarios, egresados, porque de todos he recibido solo amor, solo gratitud. No dejé muchos títulos, ni muchos trofeos en las vitrinas de la oficina de deportes, pero si dejé historias de vida, marcadas desde el amor, aportándole a 5 generaciones, chicos a los que trate como si fueran mis hijos. No tuve hijos biológicos, pero finalmente en La Tadeo todos mis jugadores se convirtieron en mis hijos”.  

Y para zanjar dudas de su salida de la Universidad Myriam aclara: “salí de aquí no por mi trabajo, o por alguna queja sobre mí, sino por esas cuestiones legales que uno no puede debatir, tengo una pensión por invalidez, correspondiente a mi trabajo como docente en el Distrito y no puedo continuar trabajando porque legalmente eso no es válido”.  

Su mamá, la Champions y la Liga Española ocupan su tiempo por ahora 

Frente a su nueva vida pensionada me cuenta: “estoy dedicada a disfrutar y acompañar a mi mamá, a la lectura, a ver partidos de futbol, afortunadamente ahora están trasmitiendo la Champions y también la Liga. Se viene el mundial, hay liga femenina, aunque sigue la discriminación, porque aún son pocos los partidos y eso me hace desear volver al fútbol femenino, sea desde donde sea, lo periodístico o lo deportivo”.

Por ahora está a la espera de lo que le depara la vida y cierra la entrevista con un agradecimiento a la universidad diciendo: “en estos más de 25 años de trabajo, me llevo una satisfacción plena y absoluta. Tuve la oportunidad de conocer y hacer parte de una institución tan importante, en la cual recibí todo. Me podría pasar horas, semanas talvez, hablando de cada chico, de cada historia y de todos los aprendizajes que me llevo de La Tadeo, los llevo en mi corazón a todos.” 

 

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional.