Por: Ángela Pizarro
Cartagena de Indias ubicada en una bahía rodeada de islas, es el destino turístico más importante de Colombia y uno de los sitios turísticos más destacados y reconocidos en todo el mundo. Su centro histórico, conocido como La Ciudad Amurallada, fue declarado Patrimonio Nacional de Colombia en 1959 y por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, está lleno de encantos por todas partes. Realmente es un grandioso lugar para cualquier clase de vacaciones que deseemos tener, pues la ciudad ofrece buenos Hoteles y Restaurantes para todos los presupuestos. Sin embargo, constantemente los visitantes se quejan por los altos costos que tienen que pagar, cada plato de comida, cada bebida, cada souvenir o cada trayecto de un lugar a otro se ha convertido en un lujo.
El cobro exagerado en las carreras de taxi, el acoso y abuso de vendedores ambulantes de las playas y de los demás sitios turísticos, han hecho que el turismo disminuya, lo que genera un deterioro a la imagen de la ciudad y atenta contra la estabilidad laboral de muchos cartageneros, pues de esta industria dependen el 30 por ciento de los empleos en la ciudad.
Pese a que Corpoturismo (Corporación de turismo de Cartagena) en varias oportunidades ha pedido a los prestadores de servicio que cobren lo justo y den un buen servicio al turista, los abusos y las quejas continúan presentándose día a día. Una carrera de Taxi que su tarifa para un local es de $8.000 a un turista le cobran $40.000, una carpa en la playa que su alquiler es de $10.000 lo cobran por $50.000, entre muchos más casos de elevados e injustos precios.
sin embargo, los taxistas son concientes de la situación y saben la gravedad del asunto pero no encuentran ponerle fin a esto.
En resumidas cuentas en Cartagena se cobra “según el marrano”.