Por: MAURICIO MONROY
En concordancia con las metas y planes del gobierno, a través del Ministerio de Educación Nacional, entidad que ha venido impulsando el uso de nuevas tecnologías de la información y comunicación en los procesos académicos, vemos como muchas empresas han emprendido la difícil tarea de trabajar en el desarrollo e implementación de programas de capacitación presenciales y virtuales, que faciliten el acceso a los participantes y apoyen los procesos de formación en todos los niveles de la organización.
Es importante despertar el interés entre los empleados de una compañía por oportunidades de formación sin límites de espacio y tiempo, con una mayor flexibilidad incentivando el aprendizaje significativo.
Teniendo en cuenta que en las entidades privadas y públicas actualmente ha venido cobrando importancia el tema de capacitación empresarial, estas capacitaciones se deben convertir en el continuo aprendizaje para los integrantes de una empresa, independientemente del nivel laboral donde se encuentren.
La capacitación empresarial es aquella herramienta que puede utilizar la alta gerencia para fortalecer las áreas de trabajo, donde se presenten algún tipo de falencias que afecten el nivel de productividad. Está demostrado que la relación que existe entre la práctica de la capacitación y el nivel de éxito en una entidad, es una relación directamente proporcional, es decir, a mayor nivel de capacitación, mayor nivel de probabilidad de alcanzar las metas establecidas en la planeación estratégica que haya acordado previamente la institución.
Este tipo de educación no formal provee a las personas las herramientas necesarias para que descubran sus capacidades tanto laborales como empresariales, y que además las puedan potencializar y colocar al servicio de un objetivo específico.
Por otra parte, consideramos que dada la estructura del estado no todos los colombianos tienen la posibilidad de acceder a la educación formal universitaria. Entonces, es allí donde la capacitación empresarial se convierte en una alternativa para desarrollar esas competencias y habilidades inexploradas de una forma adecuada.
Esta práctica permite obtener capacidades en función de una actividad específica, cuando una organización necesita que las personas desempeñen labores puntuales, la educación no formal contribuye con conocimientos técnicos y aplicados para que los individuos puedan cumplir los requerimientos del cargo.
Además el impacto que genera en los empleados o funcionarios de una entidad, cuando ésta los incluye en procesos de capacitación, es importante, ya que motiva y crea sentido de pertenencia, lo cual se verá reflejado en un ambiente laboral más sano y productivo.
Así las cosas, toda organización debe impulsar planes de capacitación laboral en sus cronogramas de actividades, y más ahora que existe la posibilidad de utilizar plataformas virtuales que facilitan las cosas cuando estamos ante altas rotaciones de personal.