ANTON DVORAK 120 AÑOS

 “La música del pueblo es como una flor rara y hermosa que crece entre la maleza invasora. Miles la pasan, mientras otros la pisotean, y por lo tanto hay posibilidades de que perezca antes de que sea vista por el único espíritu que la valora por encima de todo. El hecho de que todavía no se haya levantado nadie para aprovecharla al máximo no prueba que no haya nada allí”.

"Music in America", Harper's Monthly Magazine, February 1895.

 Recordamos en el mes de mayo al compositor posromántico Anton Dvorak en los 120 años de su fallecimiento, figura fundamental de la música checa y del Nacionalismo musical. Nació el 8 de septiembre de 1841 en Nelahozeves, pueblo cercano a Praga, en la entonces Bohemia Central. Desde niño se sintió atraído por la música y tocaba varios instrumentos musicales. Estudió en la escuela de órgano de Praga y realizó sus primeras composiciones hacia los años 70 del siglo XIX.

 El concepto de Nacionalismo musical surgió a mediados del siglo XIX cuando se propagaron las ideas de Rosseau que despertaron en varios países de Europa un movimiento de renovación intelectual de acentuado nacionalismo. En el caso de Bohemia el primer maestro del llamado Nacionalismo fue Bedrich Smetana, quien reflejó en sus composiciones un lenguaje musical propio, en el que expresó el pensamiento y sentimiento checos. Dvorak tomó a Smetana como un modelo a seguir y ensanchó el concepto adentrándose en las tradiciones de moravos y eslovacos.

Aunque Dvorak cultivó la mayoría de los géneros musicales, su contribución más importante se dio con las sinfonías y la música de cámara. En ellas demostró una gran imaginación y conocimiento de los esquemas formales. Compuso centenares de obras: para piano, vocales y música de cámara en todas sus formas. Hacen parte de su acervo creativo nueve sinfonías, numerosas oberturas. Más de 400 obras en una gran variedad de formas musicales. Los ritmos y formas melódicas checas se encuentran en los dos conjuntos de danzas eslavas, variaciones sinfónicas y canciones. Escribió 11 óperas de las cuales la más conocida es Rusalka. En el campo de la música religiosa destaca su Stabat Mater opus 58.

La obra internacionalmente más conocida de Dvorak es la sinfonía 9 “Del nuevo mundo” estrenada en 1893. Su lirismo y la calidad de sus temas están muy relacionados con la música del continente americano. La sinfonía demostró la teoría del compositor de utilizar elementos típicos de la música afroamericana y nativa americana como una base para desarrollar una escuela nacional en Estados Unidos. En su momento afirmó: “Estoy convencido de que el futuro de la música en este país debe basarse en lo que se llama negro melodies. Estas pueden ser el fundamento de una escuela seria y original de composición a desarrollar en los Estados Unidos. Estos hermosos y variados temas son producto de la tierra. Son las canciones folclóricas de Estados Unidos y los compositores estadounidenses deben recurrir a ellas”.

Hay que recordar que en 1892 el compositor se mudó a los Estados Unidos y se convirtió en el director del Conservatorio Nacional de Música de América en la ciudad de Nueva York. Sus últimos años los vivió en Praga donde ofreció clases en el Conservatorio de esta ciudad y donde falleció en 1904.

 En el programa Música Nocturna, lunes a viernes, 11:00 p.m., rendimos homenaje a Anton Dvorak recordando algunas de sus más importantes obras y un programa especial en el festivo del 13 de mayo.

 Orlando Ricaurte López

Comité de programación Emisora HJUT 106.9 FM