¿Qué tan acertada fue la decisión del Distrito al sacrificar los peces incautados en el Centro Comercial Atlantis? La polémica generada sobre este hecho sigue ocupando la atención de la agenda mediática, esta vez en Caracol Radio, medio que el pasado 12 de enero entrevistó al tadeísta Alfredo Acero, primer biólogo marino del país, quien recordó que este suceso forma parte de una cadena incomprensible, en la medida que “Colombia es el país con el mejor código de recursos naturales del mundo y resulta que somos los que más lo infringimos”.
El primer egresado de Biología Marina de Utadeo sostiene que la decisión tuvo que pasar por cinco entidades gubernamentales, entre ellas la Secretaría de Ambiente de Bogotá y el Ministerio de Ambiente. Sin embargo, estas entidades no se han puesto de acuerdo en la coordinación de acciones racionales y bien organizadas para la preservación de especies, especialmente exóticas.
El especialista agregó que los peces debían haberse dejado en el acuario, mientras las autoridades competentes tomaban la decisión correcta: “En el acuario estaban en unas condiciones ajustadas a su ambiente. Tenían la salinidad y la temperatura adecuada. Cualquier posibilidad que uno de esos animales llegara a fugarse, caería en las aguas de alcantarilla de nuestra ciudad y llegaría al Río Bogotá, que a su vez desembocaría en el Río Magdalena, con aguas totalmente diferentes a su ambiente y no tendría la más mínima posibilidad de subsistir”.
Acero enfatizó que lo ocurrido se trató de una cadena de errores, desde el momento en el que estos peces ingresaron al país, pues no se conoce con exactitud cómo lograron pasar los controles ni quién los autorizó: “El error más grande que tenemos es que no hay memoria institucional. Desde hace mucho tiempo hemos tenido problemas con la introducción de peces y especies exóticas”, puntualizó el biólogo, quien además denunció que esta situación no es nueva en el país y que los peces hacían parte del acuario desde hace algún tiempo sin que nadie tomara cartas en el asunto.
