Economía naranja debe fortalecerse con derechos de seguridad social

Economía naranja debe fortalecerse con derechos de seguridad social

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Economía naranja debe fortalecerse con derechos de seguridad social
Jueves, Septiembre 5, 2019
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El Grupo Juriscoop, Ascoop y Utadeo organizaron el conversatorio ‘Regulación Laboral y de Economía Naranja’, en el que explicaron la importancia de establecer reglas claras para este tipo de actividades, que pesan cada vez más dentro de las finanzas del país.
Fotos tomadas por Omar Andramunio - Oficina de Comunicaciones

Las actividades que transforman la creatividad en bienes y servicios cada vez toman más fuerza, pero hasta ahora no hay normas claras que las definan y las regulen.

Para incluir de manera definitiva tales actividades en la economía nacional, se requiere entender en qué consiste la prestación de servicios a través del uso de plataformas digitales, es decir, aquel modelo económico en el que el colaborador provee un servicio a un cliente final por medio de una aplicación móvil o plataforma tecnológica.

Según el último informe de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), antes de 2030 es preciso crear 344 millones de empleos, además de los 190 millones de empleos que son necesarios para poner fin al desempleo actual, una cifra que asciende a los 190 millones de personas, de las cuales 64,8 millones son jóvenes.

María Eugenia Pérez Zea, directora ejecutiva de Ascoop, señala que las cooperativas "debemos aportar de una manera muy significativa en el crecimiento del país, ya que somos una herramienta en este nuevo proceso de la revolución digital, del desarrollo en las innovaciones tecnológicas, de la automatización que tenemos en todas las actividades empresariales, económicas y sociales".

El 36,1 % de la mano de obra mundial trabaja demasiadas horas (más de 48 horas semanales), mientras que el crecimiento salarial disminuyó, pasando de un 2,4 % a un 1,8 % entre 2016 y 2017.

"Hemos tenido una digitalización en el ámbito laboral. Hoy muchos no vamos a las oficinas, no se tiene un horario ni un lugar determinado, y esas tareas la podemos realizar desde nuestra casa e, incluso, desde los teléfonos móviles", señala la directora.

No obstante, es preciso señalar que, aunque buena parte de la población accede a Internet, según la OIT, solo el 53,6 % de los hogares tiene acceso a esta red. En países emergentes, el porcentaje apenas asciende al 15 %.

La directora advierte que "los jóvenes hoy tienen otra manera de pensar de lo que significa el empleo y para eso tenemos que avanzar en la nueva teoría de lo que puede ser el empleo y no quedarnos únicamente en el esquema tradicional". 

En la actualidad, las industrias creativas colombianas generan casi un millón de empleos directos e indirectos y representan el 3,4 % del PIB del país, cifra que podría crecer a un 6 % para el 2022, si se acelera la creación de leyes al respecto; dentro de tales sectores se encuentran empresas como las de servicios de domicilios y de transporte urbano alternativos al taxi, entre muchas otras.

Por su parte, Diego Valdivieso, docente universitario y líder del Área Laboral de la firma Scola Abogados, señaló que en torno a este debate han coincidido varios fenómenos que merecen ser analizados. Algunos hacen mención a que estamos en una revolución digital, pero "me alejo de ese concepto, porque durante mucho años en el mundo del derecho nos enseñaron que el derecho del trabajo había surgido para dignificar la subordinación, para ponerle límites, para establecer vínculos, para establecer unas condiciones dignas en torno a un trabajo que por esencia implica el sometimiento de una persona a otra".

Sin embargo, asegura que "lo que nos está demostrando este panorama, llamado revolución cultural, es que de pronto el ser humano en su naturaleza no le gusta la subordinación, porque muchos de los emprendimientos tienen de por medio la eliminación de las estructuras clásicas de la organización subordinada". 

En ese sentido, considera que la tecnología no es la que se está revelando, sino el ser humano que está haciendo uso de unos instrumentos, para efectos de incorporar unas formas de trabajo en la que el elemento subordinación pareciera querer desplazarse; lo que se conoce hoy como trabajo independiente.

De otro lado, Carlos Arturo Barco, magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia, aclaró que el concepto de economía naranja, el cual encierra muchas actividades, "no es un mecanismo para producir empleos masivos". Esta aclaración lleva a la pregunta de "qué haremos con las personas que ven en la economía naranja una oportunidad ya no de empleo, sino de supervivencia, como ocurre con los ciudadanos venezolanos, a quienes vemos esperar por alguna actividad que resulte para sobrevivir".

En consecuencia, el magistrado Barco indica que "no necesitamos hablar de un contrato de trabajo para, por ejemplo, los conductores de Uber, sino que necesitamos hablar de la protección a ese tipo de actividad humana que es tan propia de contextos históricos como los que estamos viviendo".

"La reflexión no es cómo contratamos a los que ejercen un oficio dentro de las nuevas tecnologías, sino cómo los protegemos. Y si para eso tenemos que reformar las leyes colombianas, para robustecer el Sistema de Seguridad Social, es una cosa muy distinta a tener que reformar el Código Sustantivo de Trabajo", concluyó.

En el encuentro también participaron expertos de entidades como Icetex y representantes de la Financiera Juriscoop, quienes respondieron algunas dudas del público sobre la importancia de establecer reglas claras para las actividades que están dentro de la economía naranja.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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