Juan Alberto Aguilar, un artista plástico tadeísta apasionado por la biología
Juan Alberto Aguilar siempre ha amado la naturaleza y desde muy pequeño supo que su vida estaría encaminada a comprender su funcionamiento y apreciar su perfección. La curiosidad por las plantas y animales lo llevó a estudiar Biología Marina en Utadeo, se retiró de la universidad por un tiempo y trabajó como investigador en este campo durante 5 años.
Regresó a terminar su carrera como biólogo, pero se dio cuenta que una parte de él se inclinaba fuertemente por el arte. Fue así como decidió estudiar Artes Plásticas y actualmente se encuentra esperando su graduación.
Como integrante del Laboratorio de Arte y Espacio Público de la Escuela de Artes, una iniciativa que explora el arte urbano y que cuenta con varias intervenciones en murales de la ciudad, ha encontrado una manera de relacionar su pasión por la biología y su talento artístico. Él es uno de los autores del mural que, actualmente, están desarrollando Utadeo y Colpatria inspirado en las especies endémicas de Bogotá.
Se trata de una gran pared ubicada en la carrera 7 con calle 24; casi 1400 m2 que están siendo intervenidos por los integrantes del laboratorio para dar vida a animales y plantas que habitan (o habitaron) nuestros cerros, sabana y humedales. Las fases 1 y 2 ya fueron desarrolladas, solo resta iniciar la tercera y última fase del mural.
“La naturaleza da inspiración para el arte por cualquier lado que uno mire, casi todo lo que yo hago está relacionado con la naturaleza. En el caso del mural, ha sido muy chévere poder hacer, en algo pictórico, un trabajo relacionado directamente con la naturaleza y plasmar mis conocimientos de biología en un medio artístico”, asegura Juan Alberto.
En este mural habitan un venado, una danta, un pato zambullidor (especie extinta), mariquitas, mariposas, uchuvas, plantas de maracuyá y hasta polillas. Se trata de toda una cadena trófica, o cadena de alimentación, que inicia con mamíferos y aves, y terminará con la representación de las abejas. “Las abejas son la base de la cadena trófica, sin ellas no hay polinización, no hay crecimiento de las plantas y sin eso no tenemos animales ni comida, se acaba la vida”, explica Juan Alberto.
Sus conocimientos en biología han sido fundamentales para la elaboración del mural, especialmente, porque permiten hacer una representación más cercana a la realidad. “Aunque estamos trabajando desde el arte y este tiene unas licencias a la hora del diseño, igual estamos trabajando naturaleza y sí hay unas cosas que tienen que quedar como son”, asegura.
Este mural no es hiperrealista pero sí respeta las características de las especies. Por eso, el trabajo artístico está acompañado de un componente pedagógico que busca dar a conocer la flora y fauna bogotana. Cada especie estará acompañada de un código QR que dirigirá al usuario a una página con información sobre cada planta y animal.
“El mural está enfocado en especies extintas, pero también en las que están y que no vemos porque estamos inmersos en una selva de cemento. Conocerlas puede ayudar a que las personas se sientan más apropiadas con el territorio, con lo que hay más allá del cemento, porque aquí hay muchas especies que siguen conviviendo con nosotros”, apunta Juan Alberto.
Los integrantes del laboratorio esperan que este trabajo “refresque” el centro de la ciudad, que sea un espacio de representación de la naturaleza en medio del caos, la contaminación y el ruido de la zona. Adicionalmente, Juan Alberto considera que podría generar un cambio en nuestra relación con los demás seres vivos: “yo creo que el arte pude mover la sociedad, puede cambiar formas de pensar. Cuando la gente sabe un poco más sobre lo que hay en el territorio se puede sentir más orgullosa porque se siente parte de este”.
Por: María Alejandra Navarrete
Oficina de Comunicación Utadeo
