La economía circular se tomó la palabra en el Laboratorio de Experiencia del Centro de Materiales

La economía circular se tomó la palabra en el Laboratorio de Experiencia del Centro de Materiales

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La economía circular se tomó la palabra en el Laboratorio de Experiencia del Centro de Materiales
Viernes, Marzo 8, 2019
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La necesidad de generar investigación de vanguardia en torno al material, así como de fortalecer la cultura empresarial y de postconsumo sobre la reutilización de las materias primas, hicieron parte de los temas abordados por académicos, empresarios y representantes del Estado en la agenda académica de este primer piloto.
Fotografías: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación

Son las 11:58 p.m. No se trata de un conteo regresivo en la ya tradicional celebración del Año Nuevo, sino más bien la hora en la que se encuentra el famoso Doomsday Clock o Reloj de Juicio Final, una iniciativa que, desde hace varios años, llevan a cabo un grupo de científicos y académicos para señalar simbólicamente el estado de nuestro planeta en varios asuntos, entre ellos el cambio climático y la conservación ambiental. Otros sondeos son igual de apocalípticos. Como por ejemplo el informe ambiental de la ONU en el 2018, el cual asegura que estamos a 12 años de impedir una catástrofe ambiental. Sin embargo, la economía circular se convierte en una luz al final del túnel, pues posibilita no solo la reutilización, sino también la reducción, reemplazo, reciclaje, renovación y reinvención de materiales que, en gran parte, han ocasionado graves daños ambientales, tal como ha sucedido con el plástico.

El reconocido diseñador de modas Hernán Zajar (izquierda) visitó la exposición del Laboratorio de Experiencia

Precisamente, y como parte de la agenda académica del Laboratorio de Experiencia del Centro de Materiales, que se desarrolló en Utadeo del 4 al 8 de marzo, expertos de la academia, el sector empresarial y el Estado se dieron cita para hablar de cómo la economía circular se convierte en un valor de innovación y competitividad del material en ciudades con índices de contaminación tan altos como el de Bogotá. Aunar esfuerzos a través de alianzas en la Triple Hélice, así como hacer difusión de las investigaciones desarrolladas en torno a la búsqueda de nuevos materiales, fueron los puntos centrales que allí se abordaron.

 

Taller de la plataforma digital del Centro de Materiales

Generar cultura empresarial en torno a la economía circular

En la charla inaugural, Margarita Baena, una de las máximas autoridades académicas en torno a la investigación en material, aseguró que el primer mito a derribar es el pensamiento en torno a que el material es un asunto de élites, en la medida que solo si se piensa a la materia prima desde lo técnico, lo proyectual y lo estratégico, involucrando al consumidor final, con su experiencia de uso, en la cadena de valor, se logrará generar procesos de innovación de alto impacto.

Los sectores productivos no se pueden reducir a tipologías de materiales. El textil no es un asunto solo de prendas de vestir, también va con automoción y transporte, con arquitectura y construcción y con infraestructura. Hay que ser transversales, y antes que nada, mirar potenciales en el material para encontrar oportunidades de diferenciación”, señaló la experta.

Taller Sustratos flexibles. De la naturaleza a sus manos

Así pues, un segundo mito tiene que ver con relacionar la economía circular del material con el uso de tecnologías de punta, en la medida que estas últimas, aunque son tendencia, son de alto costo y de difícil acceso. Por lo tanto, el espíritu democratizador no se evidencia en el material: “Innovar es transformar para crear novedad con tecnologías que no necesariamente son de última tecnología, pero son de bajo costo y de fácil acceso, pensando en el bienestar como centro de la experiencia con el material, sin dejar de lado la rentabilidad”, agregó.

 

Por último, lo importante es entender que el material no es la salvación para el mundo empresarial, sino que solo es un medio para hallar valor diferencial a partir de lo local. Un ejemplo clave es el cartón, que aunque puede ser visto como poco innovador, lo cierto es que tiene múltiples posibilidades en un país como Colombia, desde la fabricación de juguetes y mobiliario hasta la construcción de viviendas temporales.

Bajo este mismo sentir, en el conversatorio en torno a los retos de la economía circular y la creación de industria con Materiales, Insumos y Componentes, moderado por el profesor de la Escuela de Diseño de Producto, Leonel Mendoza, los expertos señalaron que este modelo económico ha tomado fuerza como decisión gerencial, más allá de las políticas de responsabilidad empresarial, en un momento donde se ha comprobado que el modelo de economía lineal se ha agotado y ha demostrado ser insostenible. De esta manera, se eliminan los conceptos de basura, residuos y desechos y se empieza a entender al material bajo oportunidades de transformación constantes, en lo que se ha denominado como un sistema “De la cuna a la cuna”.

De izquierda a derecha, Leonel mendoza, Edith Aloysia Urrego, Fiorella Perini, Andrea Herrera y Gustavo Pulecio

Un ejemplo de ello sucede en la industria de la moda, aseguró la diseñadora de modas Fiorella Perini, con la tendencia del slow fashion o moda sostenible, en la que cada vez son más los consumidores que le apuestan a la reutilización y reciclaje de prendas de vestir. Así, el modelo económico de prestatarios, que consiste en la renta de prendas de vestir, se populariza en generaciones como las de los ‘Millennials’, mientras las grandes marcas de moda piensan en incorporar, en sus procesos productivos, la optimización de los recursos hídricos y energéticos.

En el plano local, desde el Plan de Desarrollo 2014-2018 se abrió un capítulo de crecimiento verde, el cual busca gestionar el cambio climático, y por el otro lado, establece una política pública en la que el Ministerio de Comercio Industria y Turismo se compromete a definir una estrategia nacional de sustentabilidad y economía circular, según lo indicó Edith Urrego, asesora de la Dirección de Productividad y Competitividad de esa cartera.

Sin embargo, Gustavo Pulecio, director del clúster de Comunicación Gráfica de la Cámara de Comercio de Bogotá, indica que también es necesario cambiar la cultura y la percepción ciudadana y de los empresarios, pues la economía circular no es solo reciclar sino que implica generar todo un sistema productivo a partir del postconsumo, lo cual implica, entre otras cosas, la generación de conocimiento por parte de la academia, y esa es, precisamente, la labor del Centro de Materiales: “El Centro permite que el empresario piense qué materiales necesita para generar productos sostenibles”.

Taller 'El ADN del material' 

Experiencias de economía circular desde la industria

Aunque el concepto de circularidad del material es reciente, ya son varias las apuestas que se han realizado desde sectores como la arquitectura y los impresores. Uno de ellos es la aplicación del modelo Materfad en Medellín, a partir de la alianza suscrita entre esta materialoteca española y la Universidad Bolivariana de Medellín. Luis Fernando Lalinde, director de ese centro de materiales, explicó que la iniciativa nació luego de ver la problemática de las toneladas de escombros generados por el sector de la construcción: “las compañías no saben cómo reutilizar esos materiales más allá de molerlo”, señaló.

Materfad Medellín ha permitido ejercer vigilancia tecnológica en torno a las tendencias y nuevos materiales, al tiempo que posibilita el encuentro de múltiples actores, entre ellos emprendedores, que ven en el material una manera de crear emprendimientos.

Sandra Fajardo, directora del Sistema integrado de Calidad de la Cooperativa de Impresores de Bogotá

Otra de estas experiencias positivas se dio en la Cooperativa de Impresores de Bogotá. Sandra Fajardo, directora del Sistema Integrado de Calidad de esa entidad abordó el caso del Stone Paper, considerado disruptivo en el mundo de los papeles por poseer propiedades que lo hacen resistente al agua, y por ende, es el único papel lavable. Sin embargo, el gran desafío estuvo en su circularidad y disposición, pues el material, al ser 80% carbonato de calcio y 20% resina de polietileno, tenía un proceso de transformación complejo.

Tras probar varias alternativas, que incluían el tratamiento como compostaje o como sustituto del caucho en el calzado, encontraron que al triturarse, este papel podía convertirse en gránulos empleados para la fabricación de madera plástica, material que es ampliamente usado para la construcción de estibas, juguetes, postes y hasta sillas.

 

Circularidad del Stone Paper

Investigar para innovar con el material

Investigar en torno al material hace parte de la esencia humana desde los inicios de nuestra historia. También desde que somos pequeños, nos encontramos en la búsqueda de lo innovador del material, desde la percepción del color, la forma y la textura de este. Sin embargo, el encuentro de múltiples materiales que solucionan la vida diaria ha desencadenado graves problemas de contaminación.

Ángela Liliana Dotor, docente del programa de Diseño de Modas de Utadeo, señala que la investigación del material se convierte en una cuestión ética por parte de una industria que piensa en lo ecoamigable, en el respeto por el consumidor pero también por el planeta, al tiempo que fomenta el espíritu creativo desde lo local: “Se debe pensar el material desde su contexto y sus dinámicas productivas, pensando en la conservación de la identidad local”, aseguró la tadeísta, quien advirtió que el pensamiento crítico de la academia puede transformar la cultura empresarial solo si cuenta con el apoyo del Estado para priorizar la investigación y regular las malas prácticas.

Ceremonia de inauguración del Laboratorio de Experiencia

Para Víctor Barrientos, coordinador académico del Centro de Materiales y Ensayos del SENA, la investigación tiene que pasar del papel a la materialización de productos con alto valor agregado. Aseguró además que falta una mayor difusión sobre la investigación y alianzas entre el sector productivo y la academia para generar un sentido compartido en torno al material: “las ideas de negocio e investigación deben convertirse en emprendimientos para mejorar la calidad de vida de la población”, indicó.

Finalmente, Humberto Ibarra, coordinador del Centro de Microscopía de la Universidad de los Andes, señaló que es necesario compartir el conocimiento y pensar en sinergias y alianzas entre centros de investigación, misión que, precisamente, comenzará a tomar fuerza con la puesta en marcha del Centro de Materiales, gestionado en conjunto entre Utadeo, la Cámara de Comercio de Bogotá y la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, entre otros actores.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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