"Me faltan los Juegos Olímpicos y quiero hacer los de 2020": 'Tato' Sanint

"Me faltan los Juegos Olímpicos y quiero hacer los de 2020": 'Tato' Sanint

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"Me faltan los Juegos Olímpicos y quiero hacer los de 2020": 'Tato' Sanint
Martes, Septiembre 17, 2019
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Con más de 30 años de experiencia, Gustavo Alberto Sanint Alarcón, mejor conocido como 'Tato Sanint', ha sido testigo de los eventos más importantes del mundo deportivo. De ese camino lleno de éxitos, que hoy lo consagran como uno de los mejores narradores, habló y compartió algunos consejos con los estudiantes del Diplomado en Periodismo Deportivo de Utadeo.
Foto tomada por Alejandra Zapata

Su voz ha relatado los partidos del fútbol profesional colombiano y campeonatos internacionales entre los que se cuentan varios mundiales de fútbol, la Liga de Campeones de la UEFA, la Liga Europea y la Eurocopa. Las emociones de un pase, una atajada o una gambeta han sido descritas por este apasionado de la radio y el periodismo deportivo. En su paso por Utadeo, "La voz de oro de Colombia" recordó a sus mentores y amigos: Wbeimar Muñoz, Pedro León Londoño, Hernán Peláez, Iván Mejía Álvarez, Óscar Rentería Jiménez, César Augusto Londoño, Adolfo Pérez, entre otros, quienes le brindaron las herramientas para su vida profesional.

Con movimientos rápidos, como un gambeteador, el 'Tato Sanint' se ha movido entre la radio y la televisión desde muy joven. "El bicho" de los medios de comunicación lo picó desde muy pequeño, cuando su tío, el reconocido locutor José Alarcón Mejía, lo llevó a los estudios de Inravisión, hoy RTVC.

"Así fue como conocí a Consuelo Luzardo, Otto Greiffestein y Juan Harvey Caicedo, y me tocó ver cómo se grababa en directo el programa del Minuto de Dios con el padre Rafael García Herreros. Ahí empezó esa bacteria genial a meterse en la sangre y en el cuerpo de este servidor", comenta el narrador, admirador de la inigualable voz de Greiffestein, a quien vio grabar el comercial de detergente Top, en 1981.

Su talento quedaba al descubierto cada vez que narraba los entrenamientos de su equipo de baloncesto en Pereira, su ciudad natal. Contó que "en el colegio narraba hípica y los goles de la época, porque oía Caracol Radio, Todelar y Radio Súper, las estaciones de la época. Todos me decían que tenía madera para narrar y buen color de voz, pero mi afán era sacar el bachillerato".

En su paso por el colegio se le midió a practicar ciclismo, atletismo, natación, tenis de mesa, baloncesto, fútbol y voleibol. Sus habilidades deportivas y su talento y pasión por la radio lo llevaron a ganar un casting y a hacer sus primeros pinitos en el Grupo Radial Colombiano, en Pereira. En las mañana iba al colegio y en las tarde-noche trabajaba en la emisora.

De ahí pasó por otras estaciones radiales en diferentes ciudades del país, hasta llegar a Caracol Radio. "He hecho cubrimiento de campeonatos de fútbol y de baloncesto, Juegos Bolivarianos, Juego Panamericanos, pero me faltan los Juegos Olímpicos y quiero hacer los que se avecinan, porque me siento con confianza. Los únicos deportes que no me atrevo a relatar son béisbol, boxeo y softball", comentó.

Para consagrase como una de las voces más escuchadas, el locutor asegura que el secreto está en el respeto por la profesión, por hacer un periodismo menos hostil y más cercano a las personas, por meterle amor y fe a cada uno de los proyectos que emprende, por cuidar su imagen y su voz.

Pero también por su gusto por el baile y el canto que lo mantienen con alegría a tope para narrar un partido de la Selección Colombia. Cada frase que le dedica al equipo de sus amores viene de su gusto por la música; como quien teje, hila uno a uno los versos que le dedica a la Selección cuando de cantar un gol se trata.

El “¡Taque, taque! ¡Vino, vino!” que acompañó la narración del gol de James Rodríguez ante la Selección de Uruguay, durante el Mundial de Brasil 2014, le dio la vuelta al mundo. El video que lo catapultó en varios medios de comunicación internacionales se hizo viral en redes sociales; comentarios amables y desagradables iban y venían, pero eso no lo afectaba.

"Para mí transmitir fútbol es como tener al ser más querido y poder darle un abrazo. Ese gol se volvió grande, pero algunas personas comentaron que les parecía patético y los bloqueé. Sin embargo, las redes sociales no me enferman, no soy adicto a ellas, tengo espacios que debo respetar", señaló. 

De ahí viene uno de sus consejos: "El secreto es la fe y la paciencia. Escuchar y aprender de quienes ya pasaron por ese camino, de los profesores. Soy un empírico de la radio, aprendí tirándome a la piscina; así que mi recomendación es tocar muchas puertas hasta que se abra una oportunidad", concluyó.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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