Proyecto 50: las TIC en el fortalecimiento de la pedagogía innovadora
Las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) suelen percibirse como un enemigo del docente en el desarrollo de sus clases. Los chats y las búsquedas constantes de información por parte de los estudiantes en el aula hacen que los profesores en muchas ocasiones prohíban el uso de artefactos tecnológicos en sus cátedras. Sin embargo, estas tecnologías pueden convertirse en un aliado indiscutible del maestro en el ámbito de la transformación de sus asignaturas y del desarrollo integral del aprendizaje en los estudiantes. Este es el caso de “Proyecto 50”, una iniciativa implementada por la Universidad Eafit de Medellín en el año 2010, que consiste en un laboratorio para el aprendizaje y la innovación, donde el acto de aprender pasa a ser una experiencia para el estudiante y las aulas se convierten en ambientes óptimos para el desarrollo de nuevo conocimiento.
La experiencia fue presentada por la docente e investigadora Claudia Zea, quien actualmente es la directora de “Proyecto 50”. La conferencia fue organizada por la Oficina de Desarrollo Profesoral de Utadeo, en el marco de la convocatoria sobre pedagogía innovadora de la Institución, que hace parte de una de las líneas del plan estratégico de Utadeo, denominada la Universidad formativa en acción, cuyo propósito principal es fortalecer la formación de los estudiantes. A la conferencia asistieron la rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez White; el director de investigación, creatividad e innovación, Leonardo Pineda Serna; el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Fernando Copete, así como directores de investigación y profesores de la Universidad.
En su presentación, Zea sostuvo que el proyecto busca entender a la Universidad como un espacio de investigación, haciendo un mayor énfasis en el aprendizaje que en la enseñanza, así como propiciar la transformación de las aulas en espacios de aprendizaje. En ese sentido, la misión de “Proyecto 50 potencia las competencias de los docentes a través de la innovación en los procesos de enseñanza, aprendizaje e investigación creativa, haciendo uso de las TIC en la presencialidad de los estudiantes. Adicionalmente, a través de la propuesta, se trata de generar un aprendizaje centrado en el estudiante, a partir de sus experiencias. Este aspecto basa sus acciones principalmente en dos frentes: el primero de ellos en buscar que el estudiante “nativo digital” sea capaz de implementar esas herramientas tecnológicas en el plano educativo, y en segundo lugar, preparar al docente para adaptar sus estrategias metodológicas a los ambientes de la virtualidad.
El proyecto supone un cambio en la cultura de aprendizaje, dado que los roles del docente y el educador pasan a formar parte de un trabajo colaborativo, a través de redes y grupos virtuales, donde también el profesor adquiere conocimiento por parte de sus estudiantes, haciendo uso de distintas formas de trabajo experiencial, entre ellas el tele aprendizaje, las aulas virtuales, los juegos y el aprendizaje electrónico. En ese sentido, el gran reto de esta iniciativa radica en que las aulas físicas se transforman en ambientes ubicuos de aprendizaje, en función de los intereses investigativos de los estudiantes. Así pues, algunos casos de éxito como el simulador de la bolsa de valores, la integración trasmedia del programa de Comunicación Social, los proyectos realizados a partir de impresoras 3D, las clases impartidas mediante telepresencia y los espacios de entretenimiento y cultura, dan cuenta de un ecosistema de comunicaciones e hipermediaciones cuya apropiación puede darse de manera transversal para toda la comunidad académica, al tiempo que permite al estudiante no sólo adquirir conocimiento, sino también aplicarlo y plantear nuevos modelos que permitan resolver sus inquietudes.
Sin embargo estos espacios también son propicios para el liderazgo y el emprendimiento. En estos ambientes, como lo resalta Zea “el docente debe liderar los procesos aún cuando su rol cambie”, al tiempo que se deben conformar equipos de trabajo en conjunto con múltiples saberes. De igual forma, la implementación de estas tecnologías también permiten la generación de semilleros de investigación en redes, así como el fortalecimiento de las competencias digitales, donde tanto estudiantes como docentes aprenden a dominar las herramientas ofimáticas, así como construir blogs con contenidos educativos, manejo de contenidos y documentos entre los grupos, apropiación de herramientas de comunicación, bases de derechos de autor, uso del software libre y tratamiento de la información.
La virtualidad como aliado pedagógico
Como lo relata la directora de “Proyecto 50”, ha sido difícil el camino a seguir para que los docentes adopten las herramientas tecnológicas dentro de sus metodologías, ya sea porque algunos desconocen sus alcances y otros más porque la han visto como un enemigo dentro de las clases. Sin embargo, bajo la batuta de Zea, se han realizado una serie de estrategias cíclicas que han permitido desmitificar gradualmente las percepciones de los profesores, respecto a las TIC. Entre estas acciones vale la pena destacar los laboratorios de aprendizaje, lugar en el cual los docentes experimentan con las herramientas, al igual que los talleres de tablero, un espacio en el que los profesores aprenden a dominar la herramienta a través del juego. A estas actividades se le suman los laboratorios de contenido, en los cuales los educadores reciben acompañamiento por parte de los expertos acerca de la creación de herramientas y contenidos pedagógicos sofisticados, así como las aulas talleres, las cuales tienen como propósito simular las condiciones de clase, y finalmente, los ciclos académicos, donde la comunidad de profesores construye conocimiento a partir de la socialización de las experiencias con las tecnologías y su aplicación en las aulas.
En sus cinco años de implementación en la Universidad Eafit, “Proyecto 50” ha realizado más de 120 proyectos de innovación en las áreas de laboratorios virtuales, cursos en línea, mapas conceptuales, blogs, posters y aplicaciones para dispositivos móviles. En la actualidad, el proyecto cuenta con el 90% de los profesores de tiempo completo vinculados, así como el 35% de los docentes de hora cátedra. La siguiente fase de la iniciativa buscará que los estudiantes hagan uso de redes sociales como Facebook, para que a través de grupos cerrados produzcan contenidos educativos en torno a la resolución de problemas. Esta misma invitación se extiende al ecosistema comunicativo, donde se pretende que cada estudiante pueda convertirse en productor de lo que ha aprendido, a partir del fortalecimiento de la trasmedia.
La innovación pedagógica: una meta estratégica de Utadeo
La visita de Claudia Zea hace parte de una serie de estrategias que la Oficina de Desarrollo Profesoral ha implementado, con el ánimo de que la comunidad docente pueda conocer algunos de los casos de éxito más relevantes en el país en materia de innovación pedagógica. Al respecto, Natalia Ronderos menciona que “estamos tratando de colaborar con otras universidades que están en el mismo proceso de innovación para aprender de ellas, y esperamos seguir trayendo este tipo de iniciativas a la Tadeo para que todos aprendamos como lo han hecho, hacerlo mejor y no iniciar de cero cuando hay tantos caminos recorridos por otras universidades nacionales e internacionales”.
Actualmente, la Universidad se encuentra en el desarrollo de la convocatoria de pedagogía innovadora, la cual busca “apoyar propuestas hechas por profesores acerca de la transformación de asignaturas, a partir de tres direcciones: el estudiante como centro, el fomento de las competencias genéricas y la utilización de las TIC como apoyo para los objetivos de aprendizaje”, tal como lo resalta Ronderos. En la fase de concurso, que cerró el pasado 25 de mayo, participaron 18 propuestas, las cuales están siendo evaluadas por pares de otras universidades, entre las que se encuentran la Universidad Eafit, el Centro de Excelencia Docente (CEDU) de la Universidad del Norte y el Centro de Aprendizaje de la Universidad del Rosario.
Claudia Zea, además de contar la experiencia de “Proyecto 50” también es jurado externo de esta convocatoria. Al respecto, la investigadora menciona que “esta primera fase de incentivo a los proyectos de innovación pedagógica es un paso muy importante. En el grupo de proyectos hay propuestas muy valiosas, innovadoras, con mucha capacidad de replicarlas a otras áreas y otros cursos. Entonces allí se va a crear un conocimiento muy importante en cuanto a metodologías, uso de tecnologías y transformaciones”. Sin embargo, en este camino aún queda mucho por transitar, puesto que se debe estimular el trabajo colaborativo, la formación de grupos alrededor de los proyectos, vincular a los estudiantes en los procesos de consolidación de la pedagogía innovadora, así como la generación de sinergias entre las facultades, departamentos y áreas, que coadyuven a implementar una apropiación institucional de los contenidos generados, así como la realización de trabajos interdisciplinarios.
La directora de “Proyecto 50” instó a la comunidad tadeísta para que se apropien de la cultura virtual, puesto que como ella lo afirma, cada día se percibe la exigencia de los estudiantes en torno al cambio de las metodologías y la realización de las clases, involucrando los dispositivos tecnológicos. Sin embargo, del lado de los estudiantes, también debe incentivarse la cultura de la apropiación de las herramientas tecnológicas con sentido pedagógico, a través de la incorporación de estos dispositivos dentro de los currículos y en las actividades académicas de cada una de las asignaturas. Pero como lo resalta Zea, para ello es necesario desvirtuar los modelos tradicionales de la educación, especialmente aquellas situaciones donde el estudiante toma nota del tablero, aprende el discurso de memoria y presenta un examen de conocimiento. En ese sentido, hay que convertir al estudiante en el centro de la discusión y que sea él quien resuelva los problemas.