El viernes, comenzó con un día que de por sí, ya nos sonreía, recordándonos que poco a poco, estábamos retomando nuestra normalidad.
Bajo las medidas sanitarias, se reintegra el espacio de los cuenteros a La Brújula, que, la tarde del 3 de septiembre, se fue reavivando con el acercamiento de cada tadeísta, luego con las risas a carcajadas de los estudiantes recobro su esencia.
Con una butaca, un micrófono, mucha creatividad, varias historias y ese encuentro entre personas para compartir anécdotas divertidas con nuestros compañeros, este espacio nos enseñó que no se necesita mucho para ser y hacer feliz.
Para los últimos viernes de cada mes, a partir de la 1:00 p.m., La Brújula, los espera para cambiar la rutina, riendo y contando historias.