Después de una práctica deportiva donde se lleva el cuerpo a su máximo rendimiento, el primer paso es ayudarle al organismo a equilibrarse; para tal fin, un buen consejo es no comer en abundancia, ya que, al hacerlo, aumenta la fatiga corporal con la digestión.
Con la práctica deportiva el organismo pierde componentes como: agua con electrolitos por el sudor, energía representada en carbohidratos y grasas debido al movimiento muscular.
El sudor es una consecuencia normal de la práctica deportiva que produce deshidratación en el cuerpo, por lo cual debe estabilizarse rápidamente con la ingesta de líquidos como: agua, jugos de fruta en agua diluidos con bajo dulce, bebidas hidratantes, consomés o caldos; estos líquidos deben estar a temperatura ambiente buscando que entren más rápidamente al torrente circulatorio. Se debe tener en cuenta que al estar los líquidos demasiado fríos causan vasoconstricción y retardan el vaciamiento gástrico.
Para reponer la perdida energética lo ideal es consumir carbohidratos de fácil asimilación como frutas, galletas de avena, barras de cereal. Recuerda que debido a que las grasas retardan la digestión y son más demoradas para absorberse, los alimentos no deben contener mantequilla, salsas ricas en grasa, paquetes, harinas fritas o preparaciones con mantequilla invisible como tortas y bizcochos.
Después de 40 minutos de terminada la actividad deportiva ya puedes tener una comida principal, como un almuerzo o alimentación más abundante.
Recuerda “Come bien, vive bien y disfruta las olimpiadas”
Jacquelin Villalobos F.
Nutricionista dietista
Bienestar Deportes Utadeo
