La alimentación es una aliada indispensable para prevenir, proteger y calmar el resfriado.
- Es muy importante el consumo de líquido durante el resfriado: Ayuda a mantener la hidratación correcta del cuerpo, evita que las mucosas se sequen y favorecen la fluidificación de las secreciones. Toma agua, juegos de frutas, aromática, caldos (8 vasos de agua al día).
- De las abejas el polen, el propóleo la jalea real que actúan como expectorantes.
- Alimentos ricos en vitamina C (esta actúa disminuyendo la duración de los síntomas, es antioxidante), se encuentra en frutas como la guayaba, en los cítricos, en verduras como tomate, pimentón, lechuga.
- Los betacarotenos y la vitamina E otros dos antioxidantes que fortalecen el sistema inmune y la regeneración celular. Las zanahorias, el perejil o las espinacas cocidas son buenas fuentes de pro-vitamina A o betacaroteno.
Nos suministran la vitamina E: los cereales, los aceites vegetales y los frutos secos.
- Respecto a los minerales, el magnesio es bien conocido por su poder anti-inflamatorio, así como su capacidad para proteger al cuerpo contra infecciones.
- Los vegetales de hoja verde, legumbres, frutos secos, algunas frutas y el pescado en general contienen útiles cantidades de magnesio. Por su parte, el zinc y el selenio son minerales fundamentales para reforzar el organismo. Son ricos en zinc alimentos como el hígado, los mariscos, los lácteos, los frutos secos, cereales, legumbres, carnes, pescados y huevos, mientras que el selenio lo encontraremos en los cereales integrales, los lácteos, el pescado y la carne.
- Todos los productos naturales y frescos aportan gran cantidad de nutrientes, que ayudan a estimular las defensas.
Este, sin duda, es el mejor remedio preventivo: Una buena nutrición. Adopta hábitos saludables de alimentación.