En la vida cotidiana, llevar un termo o botilito de agua, café o infusiones se ha convertido en un hábito indispensable. Sin embargo, pocos se preguntan si el material de este recipiente puede impactar en la salud.
Para responder a esta inquietud, conversamos con Yurany Pineda Molina, magíster en Ingeniería de Alimentos y profesora de la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería de Utadeo, quien ofrece recomendaciones prácticas para elegir de forma informada.
Según la experta, el acero inoxidable es la opción más segura, duradera e higiénica frente a otros materiales como el plástico o el vidrio. No obstante, cada alternativa tiene ventajas y riesgos que conviene evaluar.
Acero inoxidable: la mejor opción para termos
El acero inoxidable es reconocido como el material más confiable para termos, tanto por su durabilidad como por su resistencia a la corrosión y a los impactos.
Según la profesora: “El acero inoxidable supera al vidrio en durabilidad, aislamiento y resistencia a impactos, siendo la mejor opción para termos. Además, no altera el sabor de las bebidas ni libera sustancias tóxicas, siempre que se escoja de buena calidad.”
Los tipos de acero inoxidable más comunes en la fabricación de termos son el 304 y el 316; este es el material escogido por algunas marcas fabricantes de termos 'premium' en el mundo porque garantiza contacto inocuo con alimentos y bebidas.
Termos de plástico: qué tener en cuenta
Aunque son más económicos y livianos, no todos los plásticos son seguros. Algunos botilitos contienen Bisfenol A (BPA), un químico relacionado con alteraciones hormonales, problemas cerebrales y otros riesgos para la salud.
La profesora de Utadeo recomienda revisar etiquetas y códigos de reciclaje:
- Seguros: 1 (PET), 2 (HDPE), 4 (LDPE), 5 (PP).
- De riesgo: 3 (PVC) y 7 (otros plásticos que pueden incluir policarbonato con BPA).
“Optar por envases plásticos libres de BPA ayuda a prevenir efectos nocivos en la salud a mediano y largo plazo”, señala Pineda.
Vidrio y cerámica: seguros, pero frágiles
Los termos de vidrio y cerámica son seguros y libres de químicos tóxicos. Sin embargo, su fragilidad puede comprometer la higiene si llegan a romperse o agrietarse.
“Cuando aparecen fisuras o irregularidades, el riesgo de proliferación bacteriana aumenta, ya que estos espacios facilitan la acumulación de residuos”, explica la docente.
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Higiene y proliferación de bacterias
El material de los frascos también influye en la limpieza y en el riesgo de contaminación.
- Más higiénicos: acero inoxidable y vidrio, gracias a su superficie lisa y no porosa.
- Más riesgosos: plásticos porosos, que con el tiempo retienen olores, manchas y bacterias.
“Un termo deteriorado o con rayones internos puede convertirse en un foco de contaminación, incluso aunque se lave con frecuencia”, advierte Pineda.
¿Cuándo reemplazar un termo reutilizable?
No todos los termos duran indefinidamente. Algunos signos de alerta para cambiarlos son:
- Aparición de olores o sabores extraños.
- Manchas internas que no desaparecen con limpieza.
- Corrosión, rayones o grietas.
- Pérdida de aislamiento.
Los de acero inoxidable y vidrio pueden durar varios años con buen mantenimiento; en cambio, los de plástico se deterioran más rápido.
Cómo limpiar y desinfectar un termo correctamente
La limpieza es clave para evitar problemas de salud. La profesora Pineda recomienda:
- Lavar antes y después de cada uso con agua, jabón suave y cepillo de cerdas suaves.
- Desinfectar semanalmente:
- Plásticos: solución de hipoclorito de sodio (10 ml en 1 litro de agua).
- Vidrio y acero inoxidable: hervir las piezas en agua por 10 minutos, similar a la esterilización de biberones.
- Secar al aire o con toallas desechables.
Una mirada desde la Ingeniería de Alimentos
Detrás de estas recomendaciones está el análisis científico de los materiales y su impacto en la salud, propio del campo de la Ingeniería de Alimentos.
La Ingeniería de Alimentos de Utadeo, con sello de ‘Alta Calidad’, no solo estudia la inocuidad y calidad de lo que consumimos, sino que también propone soluciones innovadoras para mejorar la seguridad alimentaria en la vida diaria.
La profesora Pineda concluye con una invitación: “Informarse sobre los materiales y el mantenimiento de los termos es cuidar nuestra salud. No se trata solo de un accesorio, sino de un elemento clave en la vida cotidiana.”
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