Los avances tecnológicos son para algunos la esperanza de frenar el deterioro ambiental.
Mientras asiste a una reunión por una plataforma de videoconferencia o ingresa desde el celular a su buscador predeterminado para consultar el precio del dólar está generando emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Se ha preguntado cuánto le cuesta al planeta una reunión en Zoom o reproducir videos en YouTube?
Aunque parezca increíble, usar estas plataformas generan huella de carbono que contribuye al cambio climático, es decir, los dispositivos utilizados para navegar en internet requieren de energía para funcionar.
Según estudios citados por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), se estima que las 47.000 búsquedas de Google cada segundo generan 500 kilogramos de CO2 y el consumo de YouTube de un año, diez millones de toneladas.
Estas consecuencias ambientales son resultado de acciones en el mundo digital que han perdurado en el tiempo: primero, el comercio digital (compras por páginas web) y luego la popularidad de la que gozan actualmente las plataformas de streaming como Netflix, HBO, Amazon Prime Video, entre otras.