El pasado 8 de Octubre de 2019, se conmemoraron los 45 años del Programa de Diseño Industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la rectora Ma. Cecilia Vélez W. inició con una reflexión del diseño tadeísta, y cómo éste se ha enfocado recientemente más y más en temas como el cambio climático, la escases de recursos, los retos políticos y las desigualdades, comprometiéndose con el país, pensando en diseñar más que productos tradicionales. Mencionó la economía naranja en donde se aplican las industrias creativas y culturales y que se han trabajado durante toda esta trayectoria, las cuales se plantean como alternativas de desarrollo económico del país, generando una gran oportunidad para el diseño industrial.
En el 2011, el programa se ajusta en dos líneas, la primera es la interactividad, con el cambio tecnológico se refuerza la capacitación de desarrollo de estas competencias, que les permite a los diseñadores acoplarse al mundo eficiente y creativamente, por otro lado, la segunda línea, se refleja en el diseño cómo solución de problemas sociales junto al Design thinking, a través de distintas disciplinas y metodologías para abordar problemas sociales, con experiencias con varias comunidades, como la comunidad de palenque en Cartagena, para mejorar la calidad de vida de las personas, no solo con productos, si no con la capacidad del análisis y la articulación de diferentes disciplinas. La UTadeo entonces, tiene como objetivo formar diseñadores con capacidades críticas, que formulen hipótesis, trabajen en equipo, y reconozcan la importancia de la interdisciplinaridad en cada proyecto.
A continuación, el viceministro de la creatividad y la economía naranja, Felipe Buitrago, nos habló de la importancia de las artes, que cómo el explica, no son es el saber, es el hacer, el compartir y el interactuar. Parte de la idea de que lo esencial es visible a los ojos, en un mundo que cambia rápidamente por las nuevas tecnologías, creando dinámicas que pocas personas comprenden, en donde el reto es adaptarnos a esos cambios de manera constructiva, siempre hay retos para mejorar y problemas por solucionar, pero eso no quiere decir que no se haya mejorado y avanzado en el país a comparación de hace 100 años. Frente a la cuarta revolución industrial, que nos habla de robótica, y de inteligencia artificial, y en donde en lagunos casos, nos asusta o la vemos como una amenaza que nos puede hacer irrelevantes, citó la frase del presidente Duque, “el mundo podrá tener inteligencia artificial, pero no tendrá creatividad artificial”, la creatividad esta asociada a nuestra temporalidad, la identidad es la oportunidad de la economía creativa, en un momento en donde las máquinas se preparan para ser mas eficientes, las personas deben articularse para ser cada vez mejores humanos.
Este proceso de constitución de la economía naranja de la época moderna ha durado más de 40 años, entre sociólogos y otras profesiones, el plan nacional de cultura es el eje central, pacto por Colombia y pacto por la equidad, la cultura es un elemento transversal del desarrollo, que tiene dos brazos grandes, uno de patrimonio y de desarrollo de los territorios, y otro de la economía naranja y oportunidades para el trabajo a partir de la cultura. Los diseñadores son un punto clave en este proceso, rompiendo paradigmas de que solo producen cosas para vender, reconociendo su capacidad de la creatividad, de solucionar y mejorar la calidad de vida de las personas, identificando el contexto, crear desde y para el territorio, y articulando diferentes sistemas y componentes para un buen proyecto de diseño.
Para finalizar, 16 egresados y diseñadores industriales tadeístas, nos presentaron mediante charlas cortas sus proyectos y trabajos actuales, y cómo ha sido su proceso laboral, dividido en 8 temáticas; Estado y sociedad, ambiente y exterior, educación y cultura, servicios, comunicación y tecnología, manufactura y producción, hábitat y mobiliario, y moda y tendencias. Teniendo como eje principal, el de generar un cambio en el territorio y en las personas, para mejorar su calidad de vida, teniendo en cuenta todos los factores que impactan su diseño, ambiental, cultural, político, social y económico, siendo así el diseño industrial tadeísta, todo un sistema complejo, algo más que un producto.
Por: Camila D’Alemán