Conozca a Nuvita Coronado, primera mujer Kogui en obtener título de posgrado

Conozca a Nuvita Coronado, primera mujer Kogui en obtener título de posgrado

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Conozca a Nuvita Coronado, primera mujer Kogui en obtener título de posgrado
Lunes, Diciembre 5, 2016
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La tadeísta se graduó el 2 de diciembre de 2016 como especialista en Gerencia y Auditoría de la Calidad de la Salud, convirtiéndose en un ejemplo para su etnia.
Fotografías: Deyanira Lozano - Utadeo Santa Marta /Juan Alejandro Cadavid - Oficina de Comunicación

Todas las mañanas, tras despertar, Judith Nuvita Coronado solo piensa en una cosa: cómo ayudar a su comunidad desde su profesión de odontóloga general. Sin duda alguna, este debería ser el postulado de cualquier profesional de la salud, pero la historia de Nuvita se encuentra rodeada de sacrificios, superación de las adversidades y de los límites.

Coronado nació en el seno de la comunidad Kogui, una de las etnias que habita la Sierra Nevada de Santa Marta. Tradicionalmente, las “mungis” o mujeres abandonan sus estudios a temprana edad, dedicándose a los oficios del hogar, así como para velar por sus esposos e hijos. Sin embargo, Nuvita ha roto dichos esquemas, debido a que se convirtió en la primera mujer odontóloga de su etnia, así como la pionera en realizar un posgrado dentro de su comunidad, dado que el pasado 2 de diciembre obtuvo su título como especialista en Gerencia y Auditoría de la Calidad de la Salud en Utadeo sede Santa Marta.  

Pero el proceso no ha sido fácil. Como ella misma lo relata, ha tenido que soportar las críticas y sacrificar el tiempo con su familia, todo por el amor al estudio. Uno de sus mayores sueños es llegar a ocupar la gerencia de la IPS indígena Gonawindua Ette Ennaka, entidad donde labora en la actualidad, la cual atiende más de 150.000 familias de las etnias Wiwa, Arhuaca y Kogui: “anteriormente las comunidades indígenas se sentían un poco limitadas en el acceso a la salud, al tener profesionales que no son de su comunidad. La timidez y el nerviosismo ante otro tipo de personas era complicado”.

Sin embargo, con la llegada de Nuvita, la dinámica de atención ha cambiado significativamente:  “los miembros de la comunidad sienten que pueden hablar y preguntar. Por lo general, cuando un profesional llega a atender en cualquier área de la salud, los pacientes no pueden expresar lo que están sintiendo, debido a la barrera del idioma. Aún cuando hay un promotor de salud que se encarga de traducir, la comunicación se corta entre médico y paciente. En ese sentido, es mucho mejor que nos podamos comunicar en nuestra propia lengua, y así, saber qué es lo que el paciente quiere.  Ha sido muy satisfactorio, porque los pacientes cuando uno llega, la primer pregunta que hacen es cómo hiciste para estudiar y siempre mi respuesta es: con esfuerzo”, señala la estudiante tadeísta.

Actualmente, la odontóloga Kogui adelanta un proyecto junto con la IPS, con el fin de aplicar un modelo de salud intercultural, donde se apropien algunos elementos de la medicina occidental, sin afectar la cultura indígena: “ahora soy una persona que entiende un poco más acerca del significado de la calidad de los procesos, cómo gerenciar proyectos de forma detallada para el mejoramiento de todos los servicios, como uno de los elementos fundamentales que he aprendido en la Tadeo. Cuando estoy en clase, siempre estoy imaginando la IPS indígena y mis preguntas tienen que ver con mi comunidad.  No aspiro a trabajar en otra Institución, sino solo para mi gente”, sostiene Coronado.

Precisamente su llegada a Utadeo fue uno de los llamados que le hizo la vida para seguir construyendo sus sueños. Su hermano, quien es médico, le mencionó sobre el programa de especialización. Tras ingresar, el temor rodeaba su vida, porque pensaba que podía perder el tiempo y no ser aceptada por su comunidad. Pese a ello, su padre y su esposo, Jacinto Zarabata, la motivaron a continuar con sus estudios.

Pero la tragedia pronto llamaría a su puerta. El 14 de octubre de 2014, Zarabata fue asesinado en su residencia, un hecho que no solo conmocionó a la comunidad, dado que era hijo del cabildo gobernador de la etnia, sino que cambió completamente los planes de Coronado. Como esta odontóloga lo relata, intentó dejarlo todo, pero recordó que su esposo deseaba que ella terminara su posgrado.

Tras un proceso de duelo que duró aproximadamente siete meses, Nuvita volvió a retomar sus estudios. Dos años después, ve el sueño de su esposo hecho realidad al graduarse como especialista, al tiempo que se ha convertido en un ejemplo para todas las “mungis” de su comunidad, así como una figura de admiración y respeto por parte de los hombres de la etnia: “yo estoy muy agradecida con la Universidad Jorge Tadeo Lozano, comenzando por quienes coordinan el programa. Cuando he tenido dificultades, ellos han estado pendiente de mí, al igual que todo el personal de la Universidad. En cuanto a los docentes, tenemos expertos en el área, quienes llegan a cada clase con la mente abierta a cada una de las preguntas que generamos. Hay temas que son difíciles de comprender, pero con la ayuda de los docentes, la academia se hace mucho más fácil”, resalta la tadeísta.

La historia de vida de Nuvita nos deja como enseñanza que las limitaciones se encuentran en la mente, pues como ella lo puntualiza, “lo más importante es cumplir los sueños que uno tenga, sin importar los recursos. Todo es cuestión de buscar y tocar puertas en un lugar y en otro”. 

Fotos

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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