“El arte urbano y la poesía son artes vivos que se dejan permear”: Juega Siempre
Los artistas urbanos y los poetas nadaístas tienen puntos en común: narran la ciudad, son trasgresores y han emprendido una revolución desde las letras y los muros.
Tal vez esta es la razón por la cual el conversatorio de Poesía y Arte urbano entre el escritor nadaísta Jotamario Arbeláez y el artista Juega Siempre se dio con tanta naturalidad, el pasado jueves 21 de septiembre en la Biblioteca de Utadeo.
Andrés Novoa y Boris Greiff fueron los encargados de dirigir el encuentro. El lugar estaba lleno de estudiantes y profesores que por una intuición acertada también creían que había una convergencia entre la poesía irónica, anecdótica y humana del nadaísmo, y las representaciones honestas, reales y reflexivas del arte urbano.
El nadaísmo es una corriente de oposición literaria y filosófica que surgió en los años 60 contra el sistema cultural establecido por la academia, la iglesia, los gobiernos y la tradición colombiana. Jotamario Arbeláez hace parte del grupo de poetas nadaístas de Cali.
“En Usaquén, al frente de un restaurante llamado Arcanos Mayores, en un muro transcribieron un poemita mío, mantenía el grafismo sin mayúsculas. Vi que había un par de campesinos que lo leían, estaba el marido y la mujer, y él se lo leía a la señora y decía:
Un día
después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
te tomaré en mis brazos
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
si después de la guerra tengo brazos
y te haré con amor el amor
un día después de la guerra
si hay guerra
si después de la guerra hay un día
si después de la guerra hay amor
y si hay con qué hacer el amor
Fue desde ese momento en que me convencí de que en la poesía nadaísta y el graffiti había una interrelación bastante interesante”, señaló Jota Mario Arbeláez.
El graffiti es un tipo de arte urbano en el que predomina el uso de las letras. Se diferencia de otros tipos de arte urbano como el muralismo, los posters, el uso de plantillas y las pegatinas.
“Tiene mucha relación con la poesía, es un trabajo con la materia prima del texto: las fuentes, la sintaxis, las letras. El graffiti intenta generar esa letra con mucho estilo y la poesía ahí está, en la manera como hacen esa letra”, afirmó Juega Siempre.
En la poesía nadaísta y en los muros intervenidos por arte urbano es posible encontrar mensajes sobre temas en común, como la política, la guerra, la religión y el Estado. Así como Jotamario escribió sobre la guerra, Juega Siempre usa plantillas para llevar un mensaje.
“Tanto la pintada en la calle como la poesía son actos comunicativos, con diferentes tintes y niveles, pero en últimas ambos queremos comunicar. Son artes vivos que se dejan permear”, señaló Juega Siempre durante en conversatorio.
La poesía y el arte urbano han democratizado el arte, la ciudad y las ideas. A través de la ironía y la semiótica han sido una respuesta verbal y visual a las diferentes formas de violencia de la sociedad colombiana. Y por eso siempre gustan y molestan, están vivos.
Por: María Alejandra Navarrete
Oficina de Comunicación Utadeo