¿Qué relación tiene el proceso de oxigenación en el cuerpo con la creación de sistemas de movilidad eficientes para que las personas puedan desplazarse a los diferentes lugares de la ciudad? Biopolis, Programa de la Escuela de Verano de la Universidad de Harvard y el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Paris (CRI), logró un importante diálogo entre la biología y el urbanismo, con el fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en áreas como la movilidad, la educación, el empoderamiento y la sostenibilidad. En ese sentido, la ciudad, sus calles y lugares son análogas al cuerpo humano con sus sistemas vitales y procesos biológicos internos.
Para conocer sobre el tema, un grupo de tadeístas, conformado por dos estudiantes y dos profesores, participaron en un curso que se llevó a cabo entre el 6 de junio y el 2 de agosto en la capital francesa, gracias al convenio suscrito entre ese Centro y Utadeo, en el marco de la visita de Françoise Taddei a la Universidad, llevada a cabo en marzo pasado.
En esta ocasión, Karolina Ladino, estudiante del programa de Ingeniería de Automatización, junto con Arturo Cortés, estudiante de los programas de Diseño Gráfico y Relaciones Internacionales, integraron los grupos interdisciplinares del Curso. Allí tuvieron la oportunidad de compartir experiencias y conocimientos con estudiantes de diferentes disciplinas procedentes de las mejores universidades del mundo: “el tema del curso era biología en ciudades inteligentes y allí nos reunimos conespecialistas en biología y en urbanismo. La biología entraba como parte de las analogías que hacíamos con respecto a procesos básicos en el ser humano y procesos posteriores del asentamiento humano en las ciudades”, comenta la estudiante.
Así mismo, Germán Prieto, director de la Tecnología en Gestión del Transporte y Mateo Sánchez, profesor del programa de Derecho, fueron invitados como observadores y padrinos de los proyectos de investigación. Para Sánchez, estas ocho semanas le sirvieron para conocer las metodologías de investigación interdisciplinar y así replicarlas en los procesos de Tadeo Lab: “el tipo de investigación que hace el Centro es por un lado con poco presupuesto y por el otro lado, con un alto impacto social. El Centro no pretende llevar personas a Marte sino que busca cambiarle la vida a las comunidades”, menciona el docente de la Facultad de Ciencias Sociales.
Ciencia al alcance de todos
La misionalidad del Centro parte de la premisa de que todos podemos generar ciencia, de tal modo que la metodología pedagógica permite abordar diversas temáticas sin importar la edad o el nivel educativo. Como lo resalta Sánchez, es una revolución pedagógica, en la cual se rompe el paradigma de las ciencias naturales como investigaciones puras y duras que no tienen aplicabilidad ni dialogan con otras disciplinas. En este mismo sentido, Cortés señala que “una de las principales enseñanzas fue entender que el arte y la ciencia si pueden ser compatibles. Cualquier situación o problema puede abordarse desde diferentes perspectivas. Allí comprendí que la solución no está solo en una disciplina y que como profesionales debemos estar dispuestos a aprender cualquier cosa y aplicarla en razón de lo que uno sabe”.
Un camino hacia la interdisciplinariedad
Los estudiantes que participaron en el Curso entregaron un plan de diseño (paper) y un material audiovisual de tres minutos de duración. El trabajo final fue una propuesta detallada para mejorar la calidad de vida y planear la Paris del futuro. Arturo y Karolina participaron en la línea de movilidad con los proyectos “Aprovechar el Sena”, una iniciativa que propone la instalación de turbinas hidroeléctricas en la cama de este importante rio parisino como fuente sostenible de electricidad para la ciudad, así como “Paris sin carros”, en el cual se busca la implementación de carriles dinámicos con prioridad hacia las bicicletas, con el ánimo de dar mayor flujo de velocidad y optimizar el tiempo de los ciudadanos, y disminuir la emisión de carbono. Este planteamiento se basó en el proceso micro biológico del sistema circulatorio.
Las propuestas presentadas harán parte del Banco de Proyectos de la Alcaldía de Paris, que en últimas se encargará de implementarlos y convertirlos en políticas urbanísticas para los años 2030–2050. Para Cortés, este es uno de los pilares innovadores del proceso pedagógico: “debemos incentivar a los estudiantes a participar en proyectos cooperativos donde comencemos a dar soluciones a partir de la robótica, el diseño, las humanidades y en sí todas los programas de la Universidad. Esto es fomentar la interdisciplinariedad, donde en un grupo pueda estar un economista, un diseñador y un politólogo trabajando en torno a una problemática social y solucionarla”, sostiene el estudiante.
Pero quizá uno de los momentos más importantes que los estudiantes recuerdan es haber aportado a sus compañeros desde la comunicación audiovisual, dado que los tadeístas tuvieron la oportunidad de dictar un taller sobre pensamiento visual a sus homólogos de la Universidad de Harvard: “fue un proceso formativo en dos vías. Como estudiantes propusimos la posibilidad del desarrollo de un pensamiento enfocado en el diseño en cada uno de los proyectos. Arturo y yo organizamos unas clases de diseño, un soporte y un tipo de tutorías para que los grupos pudieran pedirnos ayuda en asuntos como logos, animaciones y procesos visuales. Inicialmente para ellos la comunicación visual era un proceso secundario que cualquiera lo podía hacer, y por lo tanto no era importante. En esencia, creían que solo se debe estudiar para hacer ciencia y no arte. Luego comprendieron que había un déficit creativo y en la comunicación visual. Para ello contaron con nosotros. Ofrecimos un curso de dos horas y dejamos claro que el proceso audiovisual es muy importante porque el mundo se mueve alrededor de ello”, relata Ladino.
Al unísono, este grupo de embajadores tadeístas envió un mensaje a toda la comunidad universitaria, que consiste en pensar desde lo interdisciplinar y romper las barreras que se tienen desde cada disciplina: “entrar a Tadeo Lab es abrir la mente a pensar en que a partir de nuestras carreras podemos trabajar en problemáticas sociales, pues son transversales a todas las disciplinas. Si como estudiantes pensamos que no solamente somos diseñadores, abogados o ingenieros, sino que pensamos más bien en que somos actores generadores de conocimiento hacia la comunidad vamos a lograr superar cualquier problema que se nos presente”, puntualiza Cortés.
