La Antártida: una travesía que tardó quince años

La Antártida: una travesía que tardó quince años

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La Antártida: una travesía que tardó quince años
Viernes, Junio 19, 2015
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Desde niño, los documentales sobre el mar y las crónicas sobre las grandes expediciones a la Antártida motivaron a Diego Mojica a convertirse en Biólogo Marino. Una historia de perseverancia y esfuerzo con destino al "Continente Blanco".
Fotografías: Emanuel Enciso - Oficina de Comunicación

Una de las preguntas que le hacen a todo niño es "¿qué quiere ser cuando sea grande?"; para la mayoría de estos pequeños su sueño es ser médico, policía o bombero; más esta no era la meta de Diego Mojica Moncada, quien a su corta edad se imaginaba siendo un biólogo marino, inspirado en gran parte por los documentales de Naturalia, Félix Rodríguez de la Fuente, conocido como “el amigo de los animales”, así como los especiales de Gloria Valencia de Castaño, programas de televisión que durante toda su niñez había visto. Sin embargo, tras salir del colegio, el sueño no se hizo realidad debido a múltiples inconvenientes, razón por la cual Mojica ingresó a estudiar Administración de Empresas.

Pero la vida rápidamente se reivindicaría con él, mostrando con ello que deben perseguirse los sueños con paciencia y perseverancia. En el año 2000, Mojica inicia sus estudios de Biología Marina en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Ingresar a una Institución que ha sido pionera en Colombia en el área de Ciencias Marinas fue un acontecimiento de vital importancia para el desarrollo profesional de Mojica, quien realizó durante los dos primeros semestres de su carrera un voluntariado en la oficina de Relaciones Internacionales de Utadeo, dependencia en la cual colaboraría con la edición del libro “La era de la Antártida”, publicación que marcó por completo su gusto por el mar, y en especial, por el “Continente Blanco”. Desde ese entonces, su proyecto de vida se enfocó en hacer parte de la primera expedición científica de Colombia en la Antártida.  

Pese a que durante más de seis años Mojica tendría que reemplazar las condiciones extremas de la geografía de la Antártida por los buques atuneros en las tórridas aguas del océano pacífico, fue en 2008 cuando su sueño comenzaría a tomar forma al ingresar a la Comisión Colombiana del Océano (CCO), en el cargo de asesor. Sin saberlo, el sueño de Mojica se haría realidad en 2014, fruto de años de gestiones y vínculos laborales en diferentes entidades, lugares en donde siempre plasmaba ese “ADN antártico”.

Tras la creación del Comité Técnico Nacional de Asuntos Antárticos, Mojica fue designado como asesor en asuntos antárticos de la CCO, siendo el primero en ocupar dicho cargo en el país. Su misión, desde ese momento fue dedicarse totalmente a esta temática y a la incorporación de Colombia como miembro consultivo del Tratado Antártico. Como él mismo lo relata, en medio de la emoción que lo embarga, éste gran paso para la ciencia en Colombia se hizo posible en el verano austral pasado, comprendido entre diciembre de 2014 y marzo de 2015, fecha en la cual el ARC 20 de julio, uno de los buques insignias de la Armada colombiana, se embarcaría con rumbo a ese continente exquisito y maravilloso, ubicado “más allá del fin del mundo”, en el marco de lo que sería la primer expedición a la Antártida con nave propia y el primer vuelo colombiano con ala rotatoria en ese lugar del planeta.

Junto con él, otras 93 personas con sueños similares serían los protagonistas de este hito histórico para el país. El Estrecho de Gerlache, un cuerpo de agua ubicado en la parte occidental de la península Antártica, sería el destino de esta delegación nacional, cuyo objetivo primordial era el estudio del Zooplancton, la observación de mamíferos marinos y la colaboración en la construcción de la carta náutica de este lugar, en conjunto con Chile. Las condiciones hostiles del terreno, sumado a problemas de navegabilidad en la zona, hicieron que por momentos la incertidumbre estuviera a flor de piel en el grupo de expedicionarios. Sin embargo, ese “monstruo de cuatro cabezas” sería conquistado con creces por parte de nuestros connacionales.

Frente a esta expedición que marcaría su vida, Mojica menciona que “yo me quedé con hambre de la Antártida porque quería entrarme al continente a hacer investigación y muchas cosas que se deben planificar. Pero aún así la geografía es maravillosa pero en cualquier momento cambia a un clima hostil. Por eso hay que estar preparado para afrontar el clima”.

Pero Mojica no sólo se conformaría con hacer parte de esta gesta. En la expedición tendría la oportunidad de ser el primer colombiano en correr un maratón en ese continente, en un circuito de 42 kilómetros de recorrido. Ahora, la meta de este bogotano es ser el primer nacional en atravesar la Antártida. Sin embargo, el funcionario de la CCO es consciente que este reto requiere mucho esfuerzo físico y profesional de su parte, razón por la cual se está preparando para ello, realizando actividades de alta montaña, escalada en roca y como socorrista voluntario en la Cruz Roja.

Tras llegar a Colombia, Mojica regresó a su alma mater, esta vez como parte del grupo organizador del seminario “Colombia en la Antártida: un desafío logístico y operacional”, en el cual se compartieron los pormenores de esta travesía por el “Continente Blanco”. Como el biólogo marino lo comenta, su próxima conquista no serán las frías aguas de la Antártida sino Bulgaria, país al que viajará como Representante de la Comisión Colombiana del Océano ante el Tratado Atlántico.

Allí, la delegación colombiana, conformada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Armada Nacional, buscarán que Colombia sea reconocida como miembro consultivo de ese Tratado, con lo cual el país podría tener poder de decisión en un continente que directa e indirectamente tiene incidencias sobre el territorio colombiano, no sólo por las ballenas jorobadas provenientes del Océano Pacífico de nuestro país que migran hacia el sur del continente, sino también porque en la Antártida se encuentra la respuesta a muchas de las problemáticas climáticas y oceanográficas a nivel global.

Finalmente, el científico colombiano envió una invitación a todos sus colegas y estudiantes: “no dejen que sus sueños se acaben y nunca piensen que son imposibles. Yo nunca lo pensé así. Yo hablaba con la gente acerca de la Antártida y me tachaban de iluso, pero yo lo tenía claro y estaba muy seguro que iba a estar allí, pero hay que trabajar diariamente para que esos sueños lleguen”.  

Lea la nota sobre la Conferencia: "Colombia en la Antártida: un desafío logístico y operacional”, haciendo clic aquí.

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Buna esa Diego!! Felicitaciones!

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