Reviva "Nanotecnología para todos", donde la ciencia no tuvo límites

Reviva "Nanotecnología para todos", donde la ciencia no tuvo límites

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Reviva "Nanotecnología para todos", donde la ciencia no tuvo límites
Jueves, Mayo 12, 2016
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Así lo demostró la profesora Alis Pataquiva en el taller que reunió a quince niños ciegos con estudiantes del programa de ingeniería Química. “A nivel nanométrico todos somos ciegos” fue la gran enseñanza.
Fotografías: Laura Vega - Oficina de Comunicación

El átomo es considerada la parte más pequeña que compone la materia, a tal punto que no es posible ser visto por medio de un microscopio común, dadas sus dimensiones que oscilan entre 0,5 a 1 nanómetro, equivalente a una mil millonésima parte de un metro. Ante ello, podría decirse que “A nivel atómico, todos somos ciegos”, una analogía que Alis Pataquiva, profesora del programa de Ingeniería Química, hizo realidad el pasado 6 de mayo, en el Aula Colaborativa, cuando cerca de quince niños invidentes del Colegio República China aprendieron todo sobre el mundo de la nanotecnología, con la ayuda de estudiantes de último semestre del programa de Ingeniería Química de Utadeo, quienes se colocaron en situación de pares con sus invitados, a través de unas vendas que cubrieron sus ojos y la oscuridad total del salón.

Y es que en este espacio ser vidente era lo menos importante, dado que sentidos como el tacto se pusieron a prueba a través de la manipulación de pequeñas piezas armables que emularon ser nanomateriales que conforman la materia. Este método de nanofabricación se denomina Síntesis Bottom-up o el procedimiento mediante el cual se construyen estructuras átomo a átomo o molécula a molécula.

Posteriormente, cada uno de los elementos construidos por los equipos se intercambiaron, con el ánimo de percibir las formas y así poder caracterizarlos. Esta misma tarea es realizada por la técnica de Microscopia de Fuerza Atómica (AFM), que al igual que los participantes de la actividad, registra la topografía de la superficie del material haciendo uso de técnicas similares al tacto humano, como lo son unas sondas o puntas afiladas en forma de pirámide o cono. En este caso, estudiantes e invitados, a través de un dibujo en el tablero, expresaron la silueta de las estructuras intercambiadas, tan solo con la información que pudieron palpar.

Luego, cada uno de los niños recibió una sorpresa, que consistía en una bolsa que contenía piezas armables de un carro de juguete. Cada uno de ellos armó las piezas como una relación comparativa a como se realiza la síntesis de moléculas. Nicolás, uno de los niños participantes, fue el primero en armar el juguete, demostrando con ello que las personas con discapacidad visual desarrollan otro tipo de capacidades que, como en el caso de la nanotecnología, son de gran utilidad para su desarrollo.

Sin duda alguna, esta experiencia demostró que los límites se encuentran en la mente del hombre y que todos tenemos multicapacidades: “Ni los mejores científicos pueden ver los átomos. El AMF es ciego, tiene que recurrir al tacto para saber cómo son las nano partículas. Al igual que este microscopio, a veces una necesidad genera que se desarrollen nuevas capacidades”,  subrayó Pataquiva.  

En últimas, este taller fue un ejercicio que impactó a los estudiantes tadeístas y profesores asistentes, así como a los niños invidentes que participaron, donde por un lado sirvió para reforzar las aptitudes pedagógicas al momento de transmitir el conocimiento, pero por el otro, se constituyó en una forma de colocar la ciencia al alcance de todos: “Los videntes simplemente se soltaron y hablaron con el otro, sin pensar en el tipo de discapacidad. De igual forma, hubo una transferencia de conocimiento de los estudiantes de ingeniería a los estudiantes del colegio. A nivel nano pues nos toca el tacto. Entonces ellos cogían las manos de los otros para explicar el funcionamiento del AFM y del átomo y hacían la representación de cómo era la síntesis de nanomateriales. Por eso cambiamos de escala. Empezamos tocando un balón, un objeto de 22 centímetros,  luego pasamos a lo micrométrico de un cabello, y finalmente llegamos a lo nano”, señaló Pataquiva, en entrevista con Utadeo.

El evento fue posible gracias a la alianza con Fishertechnik, empresa que donó los seis kits de juguetes armables con los cuales interactuaron los invitados, así como el Instituto Nacional para Ciegos (INCI), que se encargó de realizar el contacto con la institución educativa. Adicionalmente, los estudiantes de la asignatura de Gestión de Sistemas del programa de Ingeniería de Sistemas, orientado por el profesor Edgar Ruiz Dorantes, fueron los encargados de la logística del taller.

 

Pedagogía con responsabilidad social

La actividad de la profesora Pataquiva puso de manifiesto la posibilidad que todos los docentes tienen a la hora de realizar acciones de innovación pedagógicas en sus clases, teniendo en cuenta la responsabilidad y la inclusión social como pilares. La iniciativa “Nanotecnología para todos” nació en Medellín en el mes de marzo, en el marco del Foro Nacional sobre Educación STEM para el futuro (Competencias en: Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), organizado por el British Council: “En las conferencias se habló sobre cómo abordar este tipo de temas en la universidad y  en la secundaria, así que lo ligué con unos conocimientos sobre extrañamiento y  la asignatura con un marco de responsabilidad social, en una conferencia que dictó la profesora María Acaso en Utadeo”, agrega la docente organizadora.   

En total, fueron tres meses de constante gestión, en los que se tocaron puertas para la realización de la actividad con niños ciegos. Sin embargo, la alianza con el INCI surtió efecto y se logró el contacto con las directivas del colegio, quienes no dudaron en dar su aprobación, e incluso replicar este tipo de acciones en sus aulas. Tal es el caso de la profesora Sonia Romero, quien imparte la asignatura de física: “Esta actividad me impactó mucho porque nunca había trabajado con nanomateriales en clase. El hecho de involucrar a los que ven y a los que no ven lo vivimos a diario en el aula, pero el hecho de manipular piezas tan pequeñas y que lograran alcanzar parte del objetivo es algo que me sirve para abordar ciertos aspectos puntuales”.

Por su parte para Ivana Velasco, educadora especial con énfasis en discapacidad visual, este tipo de eventos demuestra que la barrera se encuentra en las personas videntes: “Considero que una persona con discapacidad no disminuye las capacidades frente a otro individuo. Las personas ciegas aprenden con las adaptaciones necesarias y en igualdad de condiciones, llegando a ser incluso mejores que las personas que ven”, comenta la especialista.

Velasco, al igual que Pataquiva, considera que la inclusión en las aulas es la clave para el éxito: “Los chicos se sintieron incluidos, tuvieron de cerca la nanotecnología, un tema que uno pensaría que es muy visual. Pero según la explicación de la profesora, podemos percibirla con otros sentidos. Todos estuvieron en igualdad de condiciones, me pareció pertinente que los estudiantes videntes estuvieran vendados, pero lo más impactante es que un niño ciego fue quien primero logró armar las piezas del carro”, resaltó la profesora del Colegio República China.  

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