¿In-visibilización de la mujer?: Así fue el panel Estudios Feministas

¿In-visibilización de la mujer?: Así fue el panel Estudios Feministas

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¿In-visibilización de la mujer?: Así fue el panel Estudios Feministas
Miércoles, Noviembre 30, 2016
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Múltiples análisis sobre el discurso de los medios frente a las mujeres, así como las políticas públicas en torno a este género, fueron los temas centrales abordados en el evento.
Fotografías: Laura Vega - Oficina de Comunicación

¿Qué significa ser mujer desde la construcción de los medios de comunicación? Sobre este tema versó el panel Estudios Feministas: Debates actuales, organizado por la Facultad de Ciencias Sociales de Utadeo el pasado 24 de noviembre. En este escenario, se presentaron las ponencias de Celenis Rodríguez,  Stefany López y la profesora del programa de Ciencia Política y Gobierno, Angélica Bernal, fruto de los estudios realizados sobre las narrativas de los diferentes medios de comunicación, haciendo uso de la metodología del Análisis Crítico del Discurso (ACD). En la introducción al evento, Bernal aseguró que los estudios feministas son un campo fértil que permite no solo estudiar la realidad sino además transformar las relaciones de inequidad entre hombres y mujeres que persisten en la actualidad.

 

¿Qué significa que la hayan matado por ser mujer?

En primera instancia, desde una perspectiva de la visibilización del feminicidio en los medios de comunicación, Stefany López realizó un recorrido teórico sobre lo que significa este concepto, que en primera instancia es considerado como un asesinato misógino de mujeres perpetrado por hombres, acción que se amplía al Estado y su rama judicial, en la medida que muchos de estos crímenes quedan en la impunidad, son omitidos o simplemente hay un indiferencia que los legitima. En ese orden de ideas, López recuerda que el feminicidio se remite al imaginario del cuerpo de la mujer como un territorio en disputa, donde el hombre busca generar relaciones de dominación, sometimiento y propiedad.

Tomando como base la Biopolítica de Foucault, dinámica en la que el Estado tiene la potestad de hacer vivir y dejar morir, López sostiene que hay unos dispositivos de control que perpetúan la dominación de la mujer y el patriarcado, generan una heterosexualidad obligatoria y constriñe la sexualidad femenina netamente al ámbito de lo reproductivo. El estudio de la conferencista, el cual consistió en el análisis de noticias del periodo 2010 – 2015, en el periódico El Tiempo y la Revista Semana, utilizando la palabra clave “feminicidio”, arrojó un total de 91 artículos en el primer caso y 26 en el segundo.

Dentro de los principales hallazgos del estudio, se resalta el hecho que los medios hablan del rol de la mujer como madre, fortaleciendo de este modo la relación con lo reproductivo. En segunda instancia, las mujeres son calificadas como presuntas modelos, prostitutas y habitantes de calle, legitimando así el estigma de las mujeres asesinadas. En cuanto a la naturaleza del feminicidio, el estudio encontró que los crímenes narrados por los medios en su mayoría son perpetrados por sus parejas.

Así mismo el estudio arrojó que los medios de comunicación difundieron algunas formas de resistencia frente al feminicidio: “La presentación de algunas noticias invisibiliza otras formas de dominación, se naturaliza el hecho de la mujer en su rol reproductivo, al tiempo que se muestra la incapacidad de prevención por parte del Estado e ineficiencia en la judicialización de los victimarios”, finalizó López.

 

¿Hacia una descolonización del concepto de mujer?

En segunda instancia, Celenis Rodríguez presentó su ponencia titulada “Las Políticas Públicas de Mujer y Género. Tecnologías de Género Moderno Colonial”. Allí la ponente realizó un análisis sobre tres políticas que redefinen el concepto de mujer y género a partir de las transformaciones que trajo consigo la Constitución Política de 1991. En primera instancia, la Política Integral para la Mujer, formulada en 1992; posteriormente, la Política de Participación y Equidad de la Mujer en 1994, y finalmente en 1997, el ajuste a la política de equidad de la mujer, las cuales en últimas buscaban brindar una descolonización de este género.

Sin embargo, para Rodríguez dichas políticas terminan siendo una tecnología de género, pues en el afán de producir un nuevo orden de sexo – género, reafirman las mismas categorías y roles de desigualdad propias del patriarcado, al tiempo que feminizan unos cuerpos y comportamientos: “El género no es una cosa que es dada, sino aprendida, que se pone en representación todo el tiempo. La norma de género se adapta a las dinámicas del sistema capitalista”, subrayó la panelista.

Así mismo, la académica aseguró que estas políticas públicas obedecen a agendas trasnacionales, creando un imaginario en las mujeres de lo que deben hacer y dónde deben estar, actitudes provenientes de la occidentalización del género. Rodríguez propuso que es importante historizar las categorías sobre las que se dan estas políticas, a la luz del contexto social donde se desarrollan.

 

Las mujeres en la política vistas desde los medios de comunicación

Finalmente Angélica Bernal presentó la ponencia “Mujeres en Política: Metáforas, estereotipos y órdenes”. Allí socializó los principales resultados fruto de su tesis doctoral, en la cual analizó la participación política de treinta mujeres vista desde la Revista Semana, en el periodo comprendido entre 2002 a 2012, del cual pudo compilar cerca de 2000 noticias. Como lo destaca Bernal, a partir del discurso mediático se construye la realidad y se producen dominaciones, razón por la cual el ACD permite develar las desigualdades.

A partir del análisis realizado, Bernal encontró tres sesgos sobre la representación de la mujer en la política. La primera de ellas tiene que ver la relación existente entre el cargo ocupado y el hecho de ser mujer, demostrando una suerte de homogenización. En segundo lugar, se muestran como excepciones, generando el discurso que la política no es el lugar en el que deben estar. En último término, las mujeres son percibidas como imperfectas o defectuosas en los cargos públicos en los que se encuentran. En ese sentido, dichas dinámicas se constituyen en una ruptura entre lo público y lo privado en cuanto al género, donde el primer rol es asignado al hombre, mientras que las labores domésticas son delegadas a la mujer: “Las actividades políticas de las mujeres están rodeadas de estereotipos, prejuicios e ideas preconcebidas”, finalizó la docente tadeísta. 

Fotos

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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