El calzado tadeísta estuvo presente en la Feria Internacional IFLS-EICI
En total fueron 9 proyectos desarrollados por estudiantes del Programa de Diseño Industrial y 7 proyectos del Programa de Diseño y Gestión de la moda, entre los que se encontraban diferentes tipos de zapatos, maletas y accesorios.
La Feria Internacional del Cuero, Calzado, Marroquinería, Insumos y Tecnología, considerada la plataforma de negocios y moda más importante de Colombia, se llevó a cabo del 5 al 7 de febrero de 2019 y reunió a los principales exponentes de la industria. Los asistentes tuvieron la oportunidad de dialogar con los diseñadores y conocer las propuestas que hay detrás de sus piezas.
Los estudiantes de Utadeo trabajaron con suelas impresas en 3d y los zapatos fueron el resultado del trabajo de un semestre en los talleres de objeto: cultura de la forma y el taller de accesorios.
Sara Jiménez Cano, estudiante de octavo semestre de diseño industrial y una de las expositoras, destacó la posibilidad que tuvieron de dar a conocer sus proyectos, dialogar con otros diseñadores, recibir retroalimentación de personas externas a la universidad y estar codo a codo con la industria.
“Participar en este tipo de eventos pesa en la hoja de vida. Que uno sea un diseñador, que haya hecho calzado y que haya expuesto en una feria internacional pesa y puede abrir un poco más de puertas por el hecho de tenerlo en la hoja de vida”, comenta Jiménez.
Su proyecto consistió en unos zapatos para bailar salsa con la versatilidad de que pueden ser usados en competencias y en otros escenarios no profesionales. ‘Salsa Social’, como nombró a sus zapatos, rompe el paradigma del color tradicional en este tipo de zapatos, y son rojos, con la intención de evocar sensualidad y seguridad en las mujeres que los usan.
Por su parte, Antonio Rocca, estudiante de noveno semestre de diseño industrial, desarrolló unos zapatos para hacer montañismo en senderos no homologados (trekking), hechos especialmente para la topografía colombiana.
“Las botas tradicionales de Trekking no están diseñadas para esta topografía, tienen un peso entre 500 y 600 gramos cada una y entorpecen la actividad a largo plazo”. Lo que Rocca hizo fue diseñar unas botas de trekking que no sacrificaran agarre, impermeabilidad y capacidad de transpiración, y que además fueran livianas. Cada bota pesa 80 gramos.
Para Antonio, uno de los elementos más importantes de esta experiencia es sentir el reconocimiento y el apoyo de la universidad a los estudiantes. “A mi me pareció interesante saber que la universidad tiene una postura frente a los proyectos que hacen los estudiantes, sabe uno qué hace y se siente orgullosa de eso, tanto como para llevar los proyectos a una feria internacional”.
Según los expositores, haber hecho parte de la Feria les permitió ver la creatividad en sus diseños y el impacto que pueden tener. Es una vivencia en la que pudieron observar qué propuestas tienen los estudiantes de otras universidades y qué está demandando el mercado, y qué ofrece la industria del calzado hoy en día.
