El futuro de la industria en América Latina
El 78 % del comercio internacional consiste en la compra y venta de productos manufacturados, mientras las materias primas constituyen tan solo el 22 % de los intercambios. Este dato resalta la importancia de la industria a nivel global, un panorama muy diferente al que se vive en nuestro país.
Según cifras presentadas por Johannes Dobinger, representante para la región andina de Onudi, la participación industrial en el Producto Interno Bruto colombiano es de tan solo el 12 %. Esta cifra ha venido disminuyendo: en los años 90’ representaba la quinta parte del PIB.
¿Qué opciones tiene Colombia para recuperar el tiempo perdido? Según Dobinger, una de las posibilidades son las cadenas globales de valor. De acuerdo a los datos de Onudi, actualmente más del 80 % del comercio mundial se mueve a través de esa manera, pues permite integrar a las empresas locales (Pymes) junto a grandes cadenas internacionales, de manera que desde diferentes latitudes se le otorga valor a un producto determinado.
Este modelo permite fortalecer la pequeña industria, la creación de empleo y la diversificación de la economía. Aun así, es importante pensar en los productos a los que se les quiere generar valor y la manera como se integra a la economía global. Para esto, Dobinger plantea tres megatendencias como oportunidades para insertar las Mipymes en las cadenas de valor:
- Industria 4.0 y digitalización
Dentro de esta tendencia se incluye el uso de la Big Data; la realidad aumentada; las simulaciones, que hacen uso del conocimiento acumulado subido en la nube para predecir escenarios; y el Blockchain, que provee sistemas de trazabilidad y seguridad.
- Economía Circular
Entiende el impacto que generan los productos y busca su reutilización, la reducción de los desechos, minimizar la dependencia a nuevos recursos y de paso aumenta los ingresos. Esto se logra por medio de una producción más limpia, de extender la vida de los objetos y reutilizando la mayor cantidad de elementos posibles.
- Bio-economía
Ante la crisis ambiental que se aproxima, cualquier emprendimiento que logre mejorar nuestra relación con la naturaleza es bienvenido. Esto incluye la producción de biocombustibles, incrementar la generación de alimentos y productos orgánicos y temas como la biomedicina. En esta área, lo rural puede jugar un papel fundamental.
