Un par de sandalias están contenidas en uno de los 109 relicarios que componen la muestra de la maestra Erika Diettes. Al verlas, es posible imaginar a la persona a la cual pertenecieron, porque su memoria está viva, porque los objetos cotidianos nos transportan a la presencia de nuestras víctimas.
El público capitalino atendió al llamado de la exposición Relicarios el pasado jueves 9 de agosto en el Museo de Artes Visuales del Centro Cultural Utadeo. Allí se encontraron con una obra conmovedora de objetos como fotografías, billeteras, prendas y juguetes que pertenecieron a personas desaparecidas o fallecidas en el marco del conflicto armado colombiano.
En contexto: “Relicarios”, una obra de Erika Diettes que dignifica el dolor de las víctimas del conflicto armado en Colombia
“A través de las imágenes artísticas es factible hacer ver dimensiones desconocidas, reprimidas y olvidadas de la misma historia. Es muy grato para la Universidad albergar esta obra porque nos permite profundizar el diálogo y la reflexión sobre el arte, el país, sus violencias y los caminos que debemos seguir para afianzar la paz en plena época de posconflicto”, aseguró la rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez White, durante el acto anaugural.
Uno a uno, los ciudadanos fueron ingresando a la sala del Museo, adecuada según la obra de la artista como un espacio solemne y de ejercicio de duelo. Los relicarios, dispuestos en el suelo, invitaban a los asistentes a inclinarse o arrodillarse frente al recuerdo de la vida y también a la ausencia de las víctimas.
“La instalación es en su esencia un archivo visual que simboliza una especie de campo santo, poblado de relicarios que como tumbas contienen objetos e imágenes alusivas a los ausentes, a las pérdidas, al duelo, al sufrimiento. El trabajo de Erika Diettes se sitúan entre la presencia y la ausencia, entre la imposibilidad de decir y la obligación de decir”, aseguró la rectora.
Durante esa noche, los asistentes se vincularon a la obra, cada uno en su intimidad le otorgó un significado. “Esta obra dialoga con el país, representa el drama que hemos vivido. Además, está expuesta plásticamente de manera muy bella”, aseguró la artista plástica Eugenia Cárdenas Silva quien asistió a la inauguración.
Así mismo, Carlos Francisco Pabón, director de la Escuela de Diseño, Fotografía y Realización Audivisual de Utadeo, destacó el sentido circular de la obra y la forma como se completa. “Cuando empiezas a mirar cada pieza tienes ciertas reacciones, cada una es bien distinta, encuentras relaciones, aparecen códigos populares como el fútbol, objetos que van construyendo historias. Pero luego, al mirar el espacio completo, la instalación completa, la geometría, todo el espacio del MAV se ve como una sola obra enorme con detalles”.
Los bogotanos fueron a conocer la muestra hasta que el Museo cerró. Muchos se mostraron conmovidos, tal vez porque en la gran ciudad a veces nos hace falta hacer los duelos de ese país que no conocemos. “El dolor no es un mero hecho estadístico, el dolor fractura nuestra existencia y precisa de una elaboración simbólica que solo el ámbito sensible de las artes puede propiciar”, señaló la rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez White.
El evento contó con la participación de Ana María Escallón, curadora de la exposición, y del General (r) Guillermo León Diettes, padre de la artista.
*La obra la componen en total 165 piezas, pero en esta oportunidad están siendo exhibidas 109.
